Eric Galindo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- José N, de 35 años, era el propietario del negocio de la venta de huevo, y a las cinco de la mañana de ayer, personal del Hospital General reportó su deceso.

Él era uno de los tres sujetos que resultaron lesionados por disparos de arma de fuego, cuando cuatro asaltantes ingresaron a su domicilio para robarles 40 mil pesos que eran las ganancias del día.

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“Entrégueme el dinero”, ordenó el delincuente a los que estaban en la sala; sólo fue uno el que entró a la vivienda y el único que portaba un arma de fuego, de acuerdo con la versión que dieron los testigos a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

La esposa de José, quien previamente había estado haciendo las cuentas de las ganancias del negocio, tomó la bolsa donde había metido el dinero y se la entregó al asaltante.

Trató de desarmarlo 

En ese momento, el dueño del negocio se le abalanzó al delincuente para tratar de desarmarlo, pero recibió un disparo en el cuello que le perforó una de las venas.

Maximiliano N, de 35 años, también trató de intervenir para detener al ladrón, pero también fue baleado en el brazo derecho; Miguel N, de 29 años, quiso meterse, y salió lesionado en el abdomen.

El sujeto salió corriendo, y afuera del domicilio que se ubica en la manzana 35, de la Región 220, había otros tres hampones más, que huyeron en una motocicleta y un vehículo rojo, al parecer Jetta.

Por estos hechos, el agente del Ministerio Público del Fuero Común (MPFC) inició la averiguación previa 6430/2015 por el delito de homicidio y en grado de tentativa.

Hechos 

El caso se registró a las 22:13 horas de ayer. Los tres lesionados fueron trasladados por personal de la Cruz Roja al Hospital General, pero a las 5 horas fue reportado el deceso de José, por choque hipovolémico, por la herida de bala en el cuello.

Hasta ayer, las víctimas no habían declarado ante las autoridades ministeriales, aunque se espera que en las próximas horas lo hagan y les proporcionen información de utilidad para la investigación.

La hipótesis de los judiciales es que al parecer algún ex trabajador o empleado del negocio informó sobre el dinero que se maneja todos los días en ese domicilio, que es entre 40 y 50 mil pesos, porque el ladrón llegó y preguntó exclusivamente por el efectivo.