Civilización deprime a 'salvajes' de jungla vietnamita
Padre e hijo rescatados de la selva no asimilan el proceso de adaptación a la sociedad.
Agencias
BANGKOK,Tailandia.- Ho Van Loan, hombre de 41 años que vivió en la jungla durante 40 al lado de su padre, se muestra claramente extraño y nostálgico luego de su integración a la vida civilizada.
El hombre que fue hallado junto a su anciano padre en la selva vietnamita, pero es incapaz de comunicarse, mantiene la mirada perdida en el vacío; solamente se reconforta cuando prende su cigarro.
Como reporta la agencia Ansa Latina, su padre Ho Van Thanh, con quien también fue hallado en la selva, está deprimido y atado en la cama del hospital de la provincia de Quang Ngay, pues los médicos temen que se escape.
Los parientes de la pareja acogieron con mucho afecto a los rescatados; procuraron hacerles más fácil la convivencia con la sociedad y explicaron que el nombre real es Loan, no Lang, como informó la prensa en un principio.
Los familiares informaron que las condiciones de salud del padre son buenas, tanto a nivel físico como psicológico. Pero esto no se puede decir del hijo que vivió toda su vida en la selva; éste se aterrorizó cuando vio a su progenitor conectado con suero en una mano.
El hombre de 40 años camina lentamente, con la espalda encorvada. Rechaza todo tipo de alimento que le es ofrecido. Solo acepta leche y dulces. Mastica hojas de betel que cultivaba junto a su padre en el refugio donde vivía.
Ho Van Loan no conoce el idioma vietnamita, apenas balbucea unas palabras de la lengua de la minoría étnica Kor a la que pertenece. En su vida salvaje vivía en un refugio hecho de leñas y bambú arriba de un árbol.
Los socorristas se asombraron al ver que padre e hijo fueron muy ingeniosos, crearon varios utensilios parecidos a los que usan las personas civilizadas.
Los rescatistas dieron con ellos después de recorrer cuatro horas para adentrarse en la selva, a partir de datos de algunos residentes y de sus familiares.
La pareja construyó un arsenal de cuchillos, hachas y trampas para atrapar los animales que luego comían. Se alimentaban de frutos, vegetación local, mandioca, arroz y cultivaban la caña de azúcar.
Vestían prendas fabricadas a partir de la corteza de los árboles. Conservaban dientes y órganos de animales que les servían como medicinas o juegos.
Los medios locales los llamaban "los dos Tarzán", como recuerda Ho Van Tri, el cuarto hijo de Thanh, quien sabía de la existencia de su padre y de su hermano desde hace veinte años.
Van Tri a veces veía a dos hombres "extraños" merodeando por la selva, pero cuando iba en su rescate la pareja se escondía, explica.
Thanh huyó a la selva en 1973 con su pequeño hijo Loan. Era un soldado con problemas mentales que cayó presa del pánico cuando un bombardeo destruyó su casa y provocó la muerte de su madre y de sus dos hijos mayores.
La prensa informó al principio que murió su esposa, ahora se sabe que durante la Guerra de Vietnam la que pereció fue su madre e hijos mayores, ignorando la presencia del cuarto que ordenó su rescate.
De acuerdo a un funcionario del Partido comunista local, las autoridades habían permitido que los Ho volvieran a la selva, porque la vida en sociedad les parecía muy rara.
Actualmente hay un plan para construirles una casa con bastante terreno cultivable para favorecer que se reintegren a la sociedad.