La policía Municipal de Progreso tomó al toro por los cuernos y como una medida para prevenir que se registren más actos vandálicos y aumente la inseguridad en el Fraccionamiento Flamboyanes acordó realizar un operativo nocturno para exhortar a los jóvenes a que  a partir de las once de la noche se retiren a sus casas si no tienen nada que hacer en las calles. Y es que la delincuencia había sentado sus reales en el Fraccionamiento Flamboyanes, lugar donde sociedad y autoridades están obligándola a dar un paso atrás. 

 

La situación era tan complicada que de manera habitual se registraban enfrentamientos entre las bandas que pululan por la comisaría y en muchos casos las pedradas hacían blanco en bienes o en la persona de quienes eran totalmente ajenos al conflicto, por lo que las familias optaron por abandonar sus casas o encerrarse “a piedra y lodo” desde temprana hora, no así los jóvenes que ahora se ven obligados a hacerlo so pena de que al tercer exhorto se les detenga y sean castigados con labores en beneficio de su comunidad. 

 

Un buen ejemplo que debe ponerse en práctica en puntos neurálgicos de otros municipios como Kanasín, al  que el mote de tierra de nadie, le queda bien, especialmente los sábados por la noche.