Muy lamentable es la política que siguen organismos oficiales en torno al manejo de la información que se supone debería de ser dada a conocer a todos los medios de comunicación, pero que en la realidad solo se otorga a manera de “exclusiva” a unos cuantos que sólo sirven a sus intereses, de modo que la presentan de la manera en la que les conviene y como quieren que esto sea, lo cual va en perjuicio de la objetividad.

Así sucedió hace unos días, cuando la PGR  entregó  un yate que aunque portaba matricula mexicana tenía reporte de robo en Miami -estaba asegurado en un marina de Progreso-. Evento al que accedieron con antelación sólo “los elegidos”, mientras que los demás pasaron las de Caín para recabar información, aunque sea sin fotos.

Algo similar ocurrió con un problema suscitado hace unos meses con pepineros, cuando inclusive se le negó el acceso al lugar en el que se desarrollaban los hechos a representantes de otros medios distintos a “los que presuntamente  tienen un convenio de exclusividad”, cuyos reporteros previamente avisados estaban en primera fila cuando se dio la parte más álgida del conflicto. ¿Hasta cuándo seguirán registrándose este tipo de arbitrariedades? ¿Dónde quedó el derecho a la Información y a ser informados?