'Narco cultura', el documental que se adentra en los narcorridos

El filme, que se estrena el viernes en Nueva York, explora el impacto de la violencia de los carteles en la cultura popular de México y EU.

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La banda Los Buknas de Culiacán en una imagen de abril del 2010 emitida por Cinedigm. (Agencias)
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Agencias
NUEVA YORK, EU.- El fotoperiodista israelí Shaul Schwarz ha viajado por todo el mundo pero nada le sorprendió más que la violencia del narcotráfico en México. De ahí nació Narco cultura, un documental dirigido por él que explora el impacto de la violencia de los carteles en la cultura popular de México y en ciertas comunidades mexicanas de Estados Unidos.

El filme, que se estrena el viernes en Nueva York y en diciembre en el resto de Estados Unidos, se adentra en el mundo de los narcocorridos, un estilo de música norteña, popular en comunidades mexicanas de California y otros estados, por exaltar la vida y experiencias de los narcotraficantes.

Narco cultura sigue a Edgar Quintero, el cantante del grupo Los Buknas de Culiacán, que vive en Los Ángeles y canta narcorridos, y a Richi Soto, un agente de policía en Ciudad Juárez que es testigo diario de crímenes perpetrados por narcotraficantes.

El contraste entre ambos mundos - uno de tragedia y otro que la glorifica - es el enfoque principal del filme, que expresa también los sentimientos contradictorios de algunos mexicanos: por un lado horrorizados por las muertes y desconfiados del sistema y por el otro fascinados con la realidad diaria de grupos que cuentan con armas y poder.

Schwarz se encontraba en México como fotógrafo cuando descubrió que quería contar la historia al detalle.

Shaul Schwarz filmó el documental durante más de dos años en ciudades como Los Ángeles, Ciudad Juárez o Culiacán

"Vi que a nivel cultural el narcotráfico se estaba expandiendo de forma muy extensa", dijo durante una entrevista con The Associated Press en Nueva York. "Por primera vez en mi vida como fotógrafo vi que estaba limitado y que quería hacer una película".

Filmado durante más de dos años en ciudades como Los Ángeles, Ciudad Juárez o Culiacán, Narco cultura muestra desde cuerpos sin vida ensangrentados tras ser tiroteados o torturados, a conciertos donde los músicos muestran pistolas y cantan las hazañas de carteles como el de Sinaloa. El documental se mostró en el festival Sundance de este año y en México no se ha estrenado aún a nivel nacional.

El gobierno del expresidente mexicano Felipe Calderón (2006-2012) estimó que ha habido al menos 70 mil muertos vinculados con la violencia del narcotráfico en el país. 

El actual gobierno del presidente Enrique Peña-Nieto sostiene que la cifra está a la baja aunque su administración anunció que ya no especificaría cuántos homicidios se deben a la violencia del narcotráfico y el crimen organizado.

Schwarz dijo que no cree que su documental cambie la situación, ya que Estados Unidos, un país que según él debería hacer algo, se queda de brazos cruzados ante lo que vive México, señaló.

"Estamos tan cansados de oír hablar del narcotráfico que ya no nos importa", dijo.

Sin embargo, y aunque sea fácil criticar el mensaje de los narcocorridos, la situación no es tan simple, acotó Schwarz.

"Al principio uno ve el documental y piensa '¿cómo pueden bailar sobre la sangre de su propia gente?'. Pero a medida que uno pasa más tiempo con este tema, más sentido cobra, porque la realidad es tan catastrófica, y la gente aquí (Estados Unidos) la ignora tanto, que estos músicos, en su propia forma trastornada, cantan la realidad diaria", explicó el director.

Junto al camarógrafo y productor español Juan Bertrán, Schwarz obtuvo tanta confianza por parte de los Buknas que logró acceso a lugares donde muchos no se adentrarían: salas llenas de drogas y la lujosa casa de un narcotraficante en México. Por otro lado, el filme muestra la frustración del agente Soto, que acaba admitiendo que sólo forma parte del sistema y que poco puede hacer para cambiar las cosas, a pesar de que arriesga su vida cada día.

"Tuvimos que ir con mucho cuidado. Saber mucho es peligroso en México", dijo Schwarz. "Aun así, vimos mucho más de lo que mostramos en el documental".

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