La visita a Yucatán del presidente de Cuba, Raúl Castro, estuvo a cargo, como debe ser, del Gobierno Federal por medio del Estado Mayor Presidencial y  la cancillería cubana. A la prensa nacional se le trajo en un vuelo especial por disposición de Los Pinos y los reporteros y enviados nacionales e internacionales no tuvieron ninguna restricción para cubrir el encuentro bilateral entre México y Cuba, lo cual no ocurrió con los periodistas locales y enviados de medios no afines al castrismo.

Los invitados y los anfitriones vistieron guayabera blanca y pantalón obscuro. El presidente Enrique Peña arribó al Palacio de Gobierno acompañado del Ejecutivo estatal Rolando Zapata Bello. La comitiva presidencial fue seguida por 10 suburbans de color negro; el vehículo del presidente antillano, un Audi  2016 de lujo, con placas oficiales número 189 22 era seguido por otras 10 suburbans de color blanco. El coche  tenía en la parte delantera derecha una bandera cubana.

El vehículo fue introducido al Palacio de Gobierno y se detuvo en el zaguán. El presidente Castro recibió ayuda de un agente del servicio secreto isleño para bajar de su vehículo –en cuyo asiento trasero estaba-. El presidente Enrique Peña lo esperaba a unos dos metros y lo recibió con un saludo afectuoso.

La secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu Salinas, se vio muy efusiva saludando a las comitivas, seguida con la vista por el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong.

Después de la recepción oficial y cumplido el protocolo los presidentes de México y Cuba se reunieron en el despacho del gobernador,  quien se quedó en las escalinatas de Palacio; minutos después fue invitado a entrar a su despacho, donde saludó a los presidentes. Peña Nieto le dijo en broma: Aquí ocupando su lugar señor gobernador, a lo cual contestó: Señor, esta es su casa. Mientras tanto las comitivas se reunieron en el Salón de los Retratos, encabezadas por los cancilleres Bruno Rodríguez, de Cuba, y Claudia Ruiz Massieu, de México. 

Se asegura que algunos empresarios mexicanos no quedaron conformes con los criterios de inversión, en especial porque para invertir en la Isla será necesario que se asocien con algún negocio cubano, lo cual les genera suspicacias.

El alcalde de Mérida Mauricio Vila Dosal ordenó el cese del director del Centenario tras recibir un informe de grupos defensores de los animales en el sentido de que este funcionario dispuso de animales en peligro de extinción, como faisanes y venados, para regalar o hacer en pibil durante actos de campaña interna del PAN.

William Cabrera es del grupo que apoya abiertamente la candidatura de Jesús Pérez  Ballote al Comité Municipal del PAN, y se sabe que el edil Arturo Sabido es cuota del director del Centenario.