Manuel Pool/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- Una desagradable experiencia vivió la tarde del pasado viernes la señora María Ángela Lizama Rosado, de 61 años de edad: cuando se encontraba de lo más relajada viendo la novela de la tarde, llegó a su predio su exesposo Carlos Jesús González Cruz, quien, según dijo la mujer, quiere quedarse con la casa, por lo que intentó evitar que ingresara al predio.

Pero no lo logró: el exmarido se metió a la fuerza por una puerta lateral y después atrancó los demás accesos, dejándola literalmente en la calle, y sólo con la ropa que la dama llevaba puesta.

Ante el temor de que la golpearan, los vecinos le pidieron que se saliera, lo que aprovechó el intruso para meter hasta a su madre y exsuegra de la afectada, doña Edith Cruz Argáez, de más de 80 años, (de quien dicen es muy agresiva), encerrándose a piedra y lodo, donde continuaban hasta ayer.

La afectada relató que los hechos sucedieron aproximadamente a las cinco de la tarde, y aunque al lugar (ubicado en la calle 106 entre 39 y 41 de la colonia Canul Reyes) se presentó la Policía Municipal, con el argumento de que se trataba de un problema familiar, los agentes no intervinieron.

Lo mismo sucedió en las oficinas de la Fiscalía General del Estado en el puerto, donde, según comentó la agraviada, un licenciado de nombre Luis Muñoz, no quiso aceptar la denuncia, tratando de disuadirla, indicándole que podría tardar el asunto varios años.  

“Él se fue desde hace dos años con una mujer, y ya no vivía en la casa, que es mía, ya que tengo las escrituras que lo acreditan”, dijo la señora, quien al momento en el que se realizaba la entrevista, las ocho de la noche, ya presentaba una crisis nerviosa, además de que dijo sentirse impotente por la falta de justicia de parte de las autoridades, las cuales simplemente “se lavaron las manos”.

La señora indicó que el pasado mes de mayo, el tipo del que se separó hace un año y medio, también se metió a la casa forzando la cerradura, sin embargo, en esa ocasión la policía sí intervino y lo envió a la cárcel municipal por tres días.

La afectada pide la intervención de las autoridades para solucionar el problema, sobre todo porque se quedó en el interior de la casa hasta el dinero que había juntado para visitar a una de sus hijas en Chetumal, unos dos mil pesos, lo cual, obviamente, ya no podrá hacer.