Castigan a delegados

La crisis que agobia al Ayuntamiento capitalino ha impactado en delegados y subdelegados...

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La crisis que agobia al Ayuntamiento capitalino ha impactado en delegados y subdelegados, quienes desde octubre pasado no reciben su pago simbólico de mil 500 pesos mensuales. En una situación similar deben andar los alcaldes, que tienen un desempeño vital para la buena marcha de los Ayuntamientos, aunque desde hace muchos meses predomina el caos y la falta de motivación para el cumplimiento de las metas.

Estas autoridades han sido duramente castigadas por el Ayuntamiento capitalino del “no hay, no hay”, debilitando drásticamente a aliados en las comunidades abandonadas a su suerte. Recordemos que hay dos alcaldías estratégicas en la franja en disputa con Campeche: Dos Aguadas y Cerro de las Flores.

Creadas en la gestión de Mario Villanueva Madrid, tales alcaldías fueron duramente castigadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al ordenar la exclusión de 16 comunidades donde habitan cientos de quintanarroenses.

De estas 16 comunidades, nueve se encuentran en la alcaldía de Dos Aguadas, y las otras siete en la alcaldía de Cerro de las Flores. Cuestión de preguntarle al presidente municipal Carlos Mario Villanueva desde cuándo no recorre estas comunidades, escuchando cara a cara a sus dos alcaldes que deben tener montañas de escritos con peticiones y reclamos.

A como están las cosas, estas autoridades pueden recibir inmediata respuesta de los presidentes municipales de Campeche, donde sí conocen el valor de las acciones para atender problemas nada complicados.

Un respaldo del Ayuntamiento a tales autoridades puede abonar mucho al posicionamiento de Quintana Roo. En cambio, el inaceptable abandono otorga todas las ventajas a Campeche.

En cuanto a los delegados y subdelegados, perciben un simbólico pago de mil 500 pesos al mes. Aunque la crisis sea enorme, con voluntad política el Ayuntamiento puede ponerse al corriente sin tanto esfuerzo.

Incluso, debe tener sus ventajas atender una superficie mucho menor, tomando en cuenta que en buena hora a Bacalar se le dio luz verde para tomar las riendas de su destino, escapando al sálvese quien pueda.

Y es que en medio de su catástrofe en las finanzas el Ayuntamiento ha conservado aviadores consentidos, pagando además sumas millonarias por renta de inmuebles para oficinas cuyas funciones no son vitales.

A todo esto, los regidores deben intervenir para revisar la situación de estas autoridades abandonadas a su suerte, con efectos devastadores para el PRI con un proceso electoral ya en marcha.

Pero el impacto es mucho mayor a nivel social, ya que el Ayuntamiento ha dado la espalda a estas autoridades, atentando contra el proyecto municipal, en caso de que a estas alturas cuenten en verdad con un proyecto.

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