El 'Uay pach', uno de los gigantes más temidos entre los mayas

En algunas ocasiones sujeta a sus víctimas y a mordidas les fractura los huesos de sus piernas.

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El Ua Ua Pach (también conocido como Uay Pach), es un engendro tan alto que un hombre de estatura normal apenas le llegaría a las rodillas. (Milenio Novedades)
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Jorge Moreno/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Hoy les presentamos una interesante leyenda maya que me envió nuestro amigo y ferviente seguidor de esta sección, Mario Alfonso Martín Cardeña, a quien aprovechamos para mandarle un saludo.

En la medianía de los años 80, un amigo mío, oriundo de la población de Huhí, me contó del encuentro que un vecino suyo tuvo a medianoche con un tenebroso ser,  tan grande que alcanzaba a colocar cada pie en ambos lados de la calle. En medio del terror y la desesperación, el protagonista del relato logró escapar del colosal espectro y vivir para contarlo.

A pesar de que en aquel entonces ya estaba muy familiarizado con ese tipo de relatos no di mucho crédito a esta historia, ya que era  muy diferente a las que había escuchado y leído antes. No muchos años después, leyendo e investigando aún más sobre el tema, supe que las fantasmales apariciones de ese monstruo entre los mayas fueron más frecuentes de lo que había imaginado.

Los gigantes son criaturas antropomorfas y de gran tamaño que han formado parte de la mitología y creencias de los más diversos pueblos a lo largo de la historia, y las tierras del Mayab no son la excepción.

Uno de los gigantes más temidos entre los mayas es el Ua Ua Pach (también conocido como Uay Pach), un engendro tan alto que un hombre de estatura normal apenas le llegaría a las rodillas, sus ojos centellean como ascuas y son verdes como el color de la serpiente chaycán. Posee tres lenguas filosas y de su cuello cuelgan tres largos y horribles collares. Se suele ver en el silencio de la medianoche en algunas calles y su pasatiempo favorito es atormentar  a los seres humanos.

Este monumental espectro es el terror de los caminantes nocturnos, ya que acostumbra introducirse de manera sigilosa a las poblaciones y cuando advierte la presencia de algún despistado trasnochador, coloca un pie en cada acera de la calle.

Al pasar el distraído caminante por debajo del gigante, éste cierra de manera violenta sus poderosas piernas hasta ahogar o desmayar a su infortunada víctima. En algunas ocasiones sujeta a sus víctimas y a mordidas les fractura los huesos de sus piernas. Dicen  los que han llegado a verlo que muestra una siniestra sonrisa de satisfacción al momento de realizar sus fechorías.

Descripción literaria

En su libro “El Alma Misteriosa del Mayab” (1957)  el poeta e investigador Luis Rosado Vega nos proporciona una dantesca descripción del Gigante Ua Ua Pach al que prefiere denominar llama Uay Pach.

“Fue amasado su cuerpo, año tras año, hasta contar muchos, por todos los seres infernales, dejándolo largo y delgado para que pueda escurrirse hasta por la rendija más pequeña…La mirada de sus ojos que son verdes como la piel de la Chaycán se diluye en el alma como un veneno…Tres largos collares de riñón endurecido de jabalí indio lleva al cuello…

El primero es para ahorcar a la doncella que atrape, el otro es para ahorcar al niño que caiga en su poder, y el otro el mayor, para ahorcarse a sí mismo cuando suene en el Sol la hora en que todos los Genios Malos desaparezcan.

Tres lenguas tiene en su boca inflamada. Tres lenguas que son como estiletes finos. La una es para picar el corazón de las doncellas, la otra para picar el vientre de los niños, y la otra para hundírsela el mismo en el pecho cuando llegue aquella hora.

Para finalizar, les comento que los “uay pach” prácticamente se han extinguido del sureste del país, ya que casi no hay relatos recientes sobre sus apariciones misteriosas.

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