A partir del 1 de junio, los hoteles de la zona norte del estado, incluyendo los 172 cerrados, comenzarán con las adecuaciones y sanitización de sus instalaciones, con la idea de recibir turistas a partir del 8 de junio.

Roberto Cintrón Gómez, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, mencionó que esperan reservaciones máximo del 30% y estiman que la recuperación tardará al menos dos años, empezando por el turismo nacional y de Estados Unidos.

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“El acuerdo con el gobierno del estado es que el regreso de los colaboradores sea el próximo lunes, para empezar con capacitación hacia una nueva cultura de servicio, limpieza y reordenamiento para hacer frente al Covid-19. El 8 de junio estaríamos listos para recibir a los primeros turistas”, explicó.

Para el líder de los hoteleros, la recuperación dependerá también de las acciones en conjunto para esta nueva normalidad, que incluye a las aerolíneas, aeropuerto, transportadoras, taxis y centros de hospedaje.

Consideró que de nada servirá que los hoteles apliquen los protocolos y algunos obtengan certificaciones, si el visitante al estar en la ciudad queda expuesto ante la falta de medidas sanitarias en los otros giros comerciales relacionadas con la atención al turista.

Para la AHCP el turismo nacional será el primero que reaccione, aunque este no será suficiente para llenar el total de los cuartos de hotel de Quintana Roo.

La AHCP reporta 172 centros de hospedaje cerrados, que representa más de 46 mil habitaciones, con ocupaciones acumuladas por debajo de 10% para Cancún y Puerto Morelos, mientras que la zona continental de Isla Mujeres se mantiene sin oferta hotelera.

“Nosotros sufrimos los embates del Covid-19, antes que otro estado del país, por el cierre de fronteras que ocasionó que el turismo ya no llegara. Afectando primero los mercados Estados Unidos y Europa, y al final Sudamérica, quedándonos prácticamente sin turismo”, mencionó Cintrón Gómez.

La caída del turismo comenzó después de la primera quincena de marzo en la entidad, y de forma gradual los hoteles se fueron quedando sin turistas, alcanzando más de 90% de los centros de hospedaje cerrados.