Temen campesinos afectación de cosecha de granos por lluvias

Más de 800 hectáreas de sorgo y maíz en los ejidos de Bacalar pueden verse menguadas.

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Cuando existe demasiada lluvia en el maíz, al momento de madurar, las puntas de la mazorca, se abren permitiendo la entrada de agua. (Carlos Castillo/SIPSE)
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Alejandra Carrión/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- De continuar las lluvias irregulares, la cosecha de granos básicos puede afectar más de 800 hectáreas sembradas con sorgo y maíz, dijo Marco Antonio Poot Coyoc primer vocal de la Unión de Ejidos de Bacalar.

Comentó que en las comunidades limítrofes con Campeche este tipo de producción es la única fuente de ingresos para los habitantes de al menos unas 20 comunidades.

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Hasta ahora se tiene contemplada un buena cosecha derivado de las lluvias que se han tenido en las semanas anteriores; sin embargo, reconoció que de no disminuir la intensidad de las precipitaciones pluviales, esto podría empezar a afectar a los cultivos de granos.

“En el sorgo se originaría el ‘acatamiento’, produciendo un hongo y en el maíz, al momento de madurarse se llegan a abrir las puntas de la mazorca y permite que entre agua, menguando el tonelaje en grano”, detalló.

Indicó que de no seguir las lluvias, se tendría muy buenas cosechas en las próximas semanas.

No obstante, comentó que otros de los problemas que tienen es el mal estado de los caminos saca cosechas, pues a pesar de lograr una buena producción, esté no se puede sacar de la parcela debido por el mal estado en el que se encuentran.

Señaló que gran parte de esta cosecha es propiedad de las granjas menonitas; sin embargo mucha gente trabaja en dichos lugares, y si no les va bien a los productores, tampoco les irá bien a los trabajadores, por lo que también afectaría las fuentes de ingresos de muchas familias de las regiones más alejadas de la cabecera de Bacalar.

El delegado de la comunidad de ex refugiados guatemaltecos de Maya Balam, Enrique Marcos de León, señaló que si bien no se han recuperado de las pérdidas de la última tormenta, temen que se pierda la cosecha que se logró salvar y de una gran parte de hortalizas que se siembran en la comunidad

Puntualizó que cada comunero cuenta con dos hectáreas de tierra y son 700 personas con parcelas, y gran parte de ellas cuentan con algún tipo de hortalizas que con las lluvias torrenciales corren el riesgo de deslaves o ahogamiento y pudrición de las semillas.

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