Alejandra Carrión/SIPSE
CHETUMAL, Quintana Roo.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) entregó al zoológico Payo Obispo una cría de mono araña que rescató y cuidó por dos meses, para su atención y recuperación, con el objetivo de integrarla y liberarla.

El mono araña, de aproximadamente 10 meses de edad, habían sido entregada a los inspectores de la Profepa por parte de la ciudadanía. A la madre la mataron para poder capturar a la cría, cuya especie pasa los primeros meses de vida aferrada a la mamá.

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El ejemplar fue atendido por la bióloga Noemi Salas, quien lo alimentó por espacio de dos meses. Sin embargo, por su edad, la Profepa la entregó al zoológico de Chetumal con el objetivo de integrar a una nueva ‘tropa’ de primates y está considerada para ser liberada en un futuro.

De acuerdo con la Profepa, el mono araña, cuando son crías muy pequeñas, por su naturaleza viven aferradas a sus madres y una de las maneras de capturarlas es matando a la mamá para luego desprender a la cría del cuerpo.

La Profepa hizo un llamado a la población para que cuando observen este tipo de animales en posesión de personas, hagan un llamado a las autoridades correspondientes, pues está prohibido su uso como mascotas.

De acuerdo con la dependencia federal, el Mono araña (Ateles geoffroyi) es una especie que se encuentra listada dentro de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, bajo la categoría de “En Peligro de Extinción (P)” y en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

Según la Ley General de Vida Silvestre (LGVS), aquella persona que realice este tipo de conductas, podría recibir una sanción que puede ir desde una amonestación, una multa equivalente de 50 a 50 mil Unidades de Medida y Actualización, hasta el arresto administrativo, decomiso de ejemplares y pago de gastos al depositario de los ejemplares.

El pasado 4 de febrero, la Profepa en el estado rescató también a un tigrillo en la comunidad de Luis Echeverría, mismos que había caído a un pozo. Sin embargo, Roger Braga González, director del zoológico en Chetumal, confirmó la muerte del animal, por diversas complicaciones y por tratarse de un ejemplar protegido por normas federales.

El personal de la dependencia federal dio fe de la muerte, de la necropsia y levantó el acta correspondiente.