Javier Ortiz/SIPSE
MAHAHUAL, Q. Roo.- Un hotel denominado “Zero Stress”, que contará con 24 cuartos, divididos en dos edificios de tres niveles y planta baja cada uno de ellos, se construirá en el fraccionamiento “Nuevo Mahahual”.

De acuerdo con la solicitud de Manifestación de Impacto Ambiental dirigida a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el proyecto se desarrollará en un predio particular de mil 354 metros cuadrados.

El edificio “A” contará con tres niveles y planta baja; la planta baja tendrá una superficie de construcción de 240 metros cuadrados, que incluirá un área de restaurante-bar con cocina. Además de cuarto para minusválidos, oficina administrativa, lavandería y baños, así como una terraza techada.

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Los niveles 1 y 2 albergarán tres cuartos con una superficie de construcción de 166 metros cuadrados cada uno. El nivel tres, que será comprendido en la segunda etapa constructiva del proyecto, contará con tres cuartos, el cual tendrá una superficie de construcción de 138 metros cuadrados.

Una vez concluida, la construcción será de 710 metros cuadrados, con el objetivo principal de la renta diaria de cuartos a vacacionistas nacionales y extranjeros.

En tanto, el edificio B tendrá una superficie total de construcción de 629 metros cuadrados, la planta baja será de 164 metros cuadrados, y en ella se habilitarán seis cuartos.

Los niveles uno y dos tendrán la misma superficie de edificación, y de igual manera albergará seis cuartos; el tercer nivel tendrá una superficie de 164 metros cuadrados y seis cuartos más, que sumarán en total 24 habitaciones, los niveles dos y tres, se consideran ejecutar en la segunda etapa constructiva.

Gustavo Barrabás Buitrón, ambientalista de Bacalar, quien caminó la semana pasada de Bacalar a Chetumal, para pedir intervención de las autoridades de ecología de los tres niveles de gobierno para actuar firmemente en contra del desarrollo desordenado que está registrando Bacalar, indicó que a pesar de que los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar comparten el mismo cuerpo lagunar, son más “bondadosos” los reglamentos ecológicos del vecino municipio, lo que pone en riesgo el ecosistema lagunar.