Joel Zamora/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La recuperación parcial de la Laguna Chakanbakán, la coloca nuevamente en el mapa para la creación de la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), para el rancheo del cocodrilo moreletii.

Biólogos especialistas en la materia, pertenecientes de la empresa “Cocodrilia” preparan equipo para la evaluación poblacional que durará cinco días en el lugar, a finales del mes de septiembre; se espera que el proyecto se concrete a finales de 2018.

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La empresa informó que al menos tres lagunas en Quintana Roo están en proceso para convertirse en granjas; se trata de las lagunas en las comunidades de Noh-Bec, Pectacab (municipio de Felipe Carrillo Puerto), así como en el ejido Laguna Om, (municipio de Othón P. Blanco).

Sunny Tome, bióloga de la empresa, dijo que acudió a una segunda exploración en la laguna y observó una mejoría en los niveles de agua, por lo que consideró que el proyecto continuará su curso como lo tenían planeado.

“La UMA como tal es una huma en vía libre, es de rancheo y después de su monitoreo poblacional, se ubican los nidos y los huevos, esto con el fin de darnos una tasa de aprovechamiento. La idea es obtener los huevos antes de que eclosionen, incubarlos y finalmente la crías son vendidas en la granja”, dijo la especialista.

Indicó que las especies que habitan en la zona no se afectaron en su totalidad, debido a que lo que se perdió (el día que se abrió la tierra) fue la parte baja de la laguna, donde normalmente ocurre cuando hay sequía.

Para el monitoreo, dijo, acuden cuatro especialistas de visión nocturna, se equipan con chalecos, machetes y otras herramientas a bordo de una lancha pantanera.

De acuerdo con el proyecto, la UMA se fundamente a través de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la Dirección General de Vida Silvestre-Semarnat y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

El objetivo es la producción de pieles de cocodrilo de pantano de alta calidad, basado en la conservación de las poblaciones de la especie y de su hábitat.