Agencias
WASHINGTON, D.C.- Un nuevo estudio indica que realizar 150 minutos de ejercicio moderado a la semana en el tiempo libre está asociado con extender la vida de una persona en cerca de 3.4 años.

Los investigadores del Instituto Nacional para el Cáncer de Estados Unidos, la Escuela de Medicina de Harvard y otras organizaciones, analizaron diferentes estudios prospectivos de grupos de más de 632,000 personas de 40 años y mayores, publica el sitio CNN.

Los estudios hicieron un seguimiento de los participantes durante 10 años en promedio, y se reportaron aproximadamente 82,000 decesos. El ejercicio regular de intensidad moderada se asoció con el incremento en la esperanza de vida, aun cuando la persona que se ejercita tenga un Índice de Masa Corporal (IMC) no saludable.

I-Min Lee, profesora de Medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y principal autora del estudio, dice que no hacer ejercicio pero mantener un peso saludable se asocia con tener 3.1 años menos de vida, en comparación con las personas que tienen obesidad pero son activas. En cambio, las personas que se ejercitaron 150 minutos por semana y tenían un IMC saludable agregaron 7.2 años a su vida.

Aunque es mejor para el cuerpo mantener un peso saludable, Lee piensa que el análisis que hizo su equipo demuestra que toda actividad ayuda, sin importar el tamaño de una persona.

“Esto demuestra que si pones énfasis en la actividad física, sigues obteniendo los beneficios”, dice Lee. “Aunque tengas sobrepeso, obesidad u obesidad mórbida, si estás activo, los resultados sugieren que tendrás mayores beneficios que alguien que no tiene sobrepeso pero es sedentario”.

Lee y su equipo basaron sus cálculos en las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud, que señalan que los adultos deben realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad moderada a vigorosa.

Definieron que la actividad física realizada durante el tiempo libre es cualquier actividad física que no forma parte del trabajo de los participantes, traslados o trabajo doméstico de rutina, tales como los deportes organizados, caminar, jugar boliche, hacer jardinería o senderismo.

El análisis tiene limitaciones, la más notable es que los estudios en los que se basa recurrieron a datos que los participantes aportaron personalmente para determinar la cantidad de ejercicio que realizaban en sus ratos libres y cuánto pesaban.

Asimismo, los estudios no tomaban en cuenta ninguna actividad que se realizaba durante las horas de trabajo o las labores domésticas de los participantes.

Aún así, Lee dice que los datos son un buen recordatorio de que no se requiere de mucho tiempo para que la gente sea activa y haga algo que le ayude a vivir más tiempo.