Un banco que da esperanza a personas quemadas

En siete años ha logrado realizar 78 implantes, en el único certificado en AL para realizar procedimientos de procuración y desarrollo molecular.

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Los trasplantes de epidermis son requeridos por pacientes que sufrieron daños por quemaduras en más de 80 por ciento del cuerpo. (Milenio)
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Blanca Valadez/Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- En América Latina, el Banco de Piel y Tejidos, del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) Luis Guillermo Ibarra es el único que cuenta con certificación y acreditaciones necesarias para realizar procedimientos de procuración y desarrollo molecular para realizar trasplantes de dermis a personas quemadas, que a lo largo de sus siete años ya suman 78 procedimientos.

Francisco Martínez Flores, jefe de División de Banco de Piel y Tejidos, explicó que dicha área del INR fue reconocida por la Asociación Latinoamericana de Bancos y Tejidos por utilizar pruebas de certificación molecular que garantizan al paciente trasplantado que los tejidos son de la mejor calidad y no existe la posibilidad de contraer alguna enfermedad trasmisible como hepatitis B o C, sífilis, VIH, dengue, chagas o malaria, entre otras.

Martínez Flores informó que el área funciona de acuerdo a la ley General de Salud en materia de donación y trasplante de órganos tejidos y células y tiene autorización por parte de Cofepris para la procuración, preservación y uso de los tejidos.

"Aquí, la detección de infecciones se hace a través de la identificación de secuencias genómicas específicas de cada uno de los virus o bacterias. En otros bancos realizan pruebas serológicas que pueden tardar hasta tres meses y que únicamente identifican las patologías contagiosas a través de los anticuerpos generados después del contacto", explicó Martínez Flores.

Las cifras

El especialista detalló que, desde su instalación en 2009 hasta la fecha, en el Banco de Piel y Tejidos del INR se han hecho 71 procesos de procuración de tejidos, han obtenido y procesado más de 260 mil centímetros cuadrados de aloingertos y han efectuado 78 implantes quirúrgicos.

Los trasplantes de piel, precisó, son requeridos por pacientes que sufrieron daños por quemaduras en más de 80 por ciento de la superficie corporal y, por ello, no tienen de donde se les pueda tomar su propia piel para poder cubrir las áreas afectadas.

La edad promedio de las personas que han recibido un trasplante de piel o tejidos es de 34 años, es decir, se trata de pacientes económicamente activos que deben recibir el tratamiento adecuado para recuperar su calidad de vida después de un accidente.

Martínez Flores consideró esencial que este modelo se replique en institutos y hospitales de todo el país y al mismo tiempo fomentar la educación y cultura de la donación para hacer frente a accidentes.

Con base en los registros sanitarios, solo en México se registran alrededor de 114 mil accidentes por quemaduras al año y por lo menos 10 por ciento requiere de un tratamiento multidisciplinario donde la utilización de la piel tiene el fin de estabilizar al paciente.

De los afectados, 80 por ciento corresponde a niños menores de cinco años y adultos mayores de 60 con alguna discapacidad.

Zonas comunes

"Las zonas del cuerpo más comunes donde se realiza trasplante de piel son tronco, abdomen, manos y muslos", dijo el experto, tras referir que tratan de disminuir el rechazo biológico del tejido a través de generar respuesta inmunológica y acelerar el proceso de cicatrización.

Las complicaciones más frecuentes por quemaduras son las infecciones por microorganismos, algo que han logrado reducir, además de que cuando la piel se implanta ayuda a disminuir el dolor y a mantener la temperatura.

La donación se realiza en instituciones donde se tiene un programa de procuración de órganos y tejidos entre aquellos que en vida decidieron donar sus órganos, así como aquellos que murieron por paro cardiaco.

La donación de láminas de piel no es deformante ni mutilante, ya que se realiza con equipo especializado y delicado, se toma una tira de la capa superficial con menos de medio milímetro de grosor y se toma de las zonas no visibles, por lo que no se ven marcas o cambio de aspecto físico.

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