Cilic regresa tras sanción por dopaje

El TAS redujo la sanción del tenista croata de nueve a cuatro meses, lo que puede competir en el Masters 1,000 de París-Bercy.

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Si supera la primera ronda del Masters 1000, Marin Cilic se medirá contra Juan Martín del Potro. (EFE/Archivo)
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EFE
PARIS, Francia.- El croata Marin Cilic regresa esta semana a las pistas de tenis en el Masters 1,000 de París-Bercy, tras cumplir "un calvario" de cuatro meses de sanción por dar positivo con un metabolito de niketamida, un estimulante prohibido para los deportistas.

"Me acabo de quitar una tonelada de peso de la espalda. Por fin ha terminado y estoy de vuelta en las pistas, donde soy feliz. Después de todo este estrés, voy a aprovechar cada momento", comentó al diario "L'Équipe" el croata, que vio como el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) redujo su sanción de nueve a cuatro meses, lo que le permite competir en París.

Cilic, que dijo haber ingerido esa sustancia accidentalmente al tomar un suplemento de glucosa, tuvo que detener la temporada en Wimbledon, cuando atravesaba un gran momento de forma, pues venía de alcanzar la final de Queens.

Al considerarse inocente, rechazó una oferta de sanción reducida de la Federación Internacional de Tenis (ITF) y se lanzó a una batalla legal que a la postre terminó ganando.

"Cuando recibí la carta de la ITF comenzó una pesadilla. Tuve que renunciar a Wimbledon porque mis abogados estaban bajo la presión de la ITF. Y después tuve problemas en mis rodillas", comenta el croata que declinó un acuerdo de ocho meses de sanción y recurrió al TAS.

Lucha por limpiar su imagen

Lo hizo porque quería limpiar su imagen, restablecer su reputación y recuperar la dignidad que le había arrebatado un metabolito inactivo de niketamida, sustancia que no está prohibida fuera de competición pero sí durante los torneos.

"Durante toda mi carrera he intentado hacer las cosas bien, y todo el mundo lo reconoce. Ver que la gente pensaba que era un tramposo y un dopado, fue duro. Estaba preocupado por mi imagen pero sabía que no había hecho nada malo y eso ha quedado probado delante del TAS", resume tras salir victorioso de su pleito el tenista, de 25 años y nacido en Medjugorje (Bosnia-Herzgovina).

Cilic, un hombre delgado de casi dos metros de altura que en 2010 llegó a meterse entre los diez mejores del mundo y que era 12o cuando fue sancionado, regresa al circuito como 47o en el ránking de la ATP.

"Ha sido horrible, sobre todo cuando tuve que decidir si aceptaba el acuerdo o no y por las cosas que salían publicadas en los medios de comunicación. Estaba destrozado, tenía altibajos y me entrenaba mal porque soportaba demasiado estrés", confiesa.

En París-Bercy, el último Masters 1,000 de la temporada, no luchará por una plaza para la Copa de Maestros de Londres, como le correspondería si no hubiera consumido esas pastillas de glucosa que tanto le han complicado la vida.

Se estrenará contra un jugador de la fase de clasificación y, si supera la primera ronda, se medirá contra el argentino Juan Martín del Potro, otro de los gigantes del circuito que se encuentra en un buen momento y forma, como lo demostró al derrotar al suizo Roger Federer en Basilea.

El argentino, quinto del mundo, llegará a París tras disputar contra Federer la final del torneo de Basilea y algunos le ven como el 'tapado' que puede dar la sorpresa en un Bercy eclipsado por raquetas como las de Nadal, Djokovic o Ferrer.

A priori, un Cilic desentrenado lo tendrá muy difícil para inquietar a Del Potro, que ha ganado siete de los nueve partidos en los que se han enfrentado. Pero el croata se sentirá ligero en la pista, tras dejar atrás el peor momento de su carrera deportiva.

"No acuso a nadie, pero no se cómo se llegó a eso. Podía haberlo perdido todo. Quiero olvidar", dice Cilic. 

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