Un fotógrafo ciego captura las emociones en los Juegos Paralímpicos

João Maia se guía de sus sentidos funcionales para tomar hermosas imágenes.

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João Maia tiene el sueño de llegar a Tokio 2020. (Imágenes/ Instagram joaomaiafotografo)
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Milenio Digital
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- João Maia registra imágenes fantásticas de los Juegos Paralímpicos de Rio 2016 a través del lente de su cámara. Pero hay un detalle: es ciego.

"No necesito ver para fotografiar, tengo los ojos del corazón", afirmó João con un tono profundamente poético. Y tiene razón. Basta ver el trabajo de este brasileño para pensar que es un gran mentiroso: o no es ciego o no es fotógrafo.

"Cuando estoy cerca siento el latido del corazón de los corredores, los pasos, las palmadas y estoy listo para el disparo"

El salto con el que la francesa Marie-Amélie le Fur rompió el récord mundial y se coronó campeona en el estadio olímpico de Río lo retrató con la perfección de los grandes: su expresión al caer en la arena que estalla y hace un arco en perfecta armonía.

João tiene 41 años y perdió la visión a los 28 por una uveítis, una enfermedad inflamatoria del ojo. En tan sólo un año se apagó la luz, aunque explica que percibe bultos y algunos colores si están cerca.

Fue así como el hasta entonces cartero de São Paulo aprendió a usar el bastón de ciego, tomó algunas clases de braille y abrazó el sueño de la fotografía.

"La fotografía es sensibilidad, creo que es maravilloso poder mostrar cómo percibo el mundo, cómo lo 'veo', cómo lo siento, lo percibo", relató.

Fotografiar con los sentidos

Con la cámara en una mano y el bastón en la otra, João sube a la tribuna de fotógrafos y se posiciona. Primero intentó fotografiar las carreras de velocidad, pero la pista estaba muy lejos.

"Cuando estoy cerca siento hasta el latido del corazón de los corredores, los pasos, las palmadas y estoy listo para el disparo. Pero entre el ruido del público y la distancia, me es difícil", reconoció.

Es el primer gran evento que cubre João, que comenzó a tomarse en serio la fotografía en 2008. Antes de Río 2016 había cubierto eventos de prueba y competencias locales, todas con muy poco público: perfecto para él, que se apoya principalmente en su audición.

Primero trabajaba con una cámara tradicional en automático, pero ahora usa un teléfono celular de última generación, que le dice si la foto tiene buena iluminación y está enfocada.

Va acompañado de Ricardo Rojas y Leonardo Eroico, que impulsan el trabajo de João a través de su proyecto Superación-2016, que busca retratar los Juegos Paralímpicos de Río y en el que participa otro fotógrafo en silla de ruedas.

Rojas es el fundador de Mobgrafia, un movimiento cultural que define el arte visual captada con un móvil.

Ambos son "sus ojos". "Sin ellos no podría hacer nada, son ellos que me ayudan con la edición, que yo no podría hacer, me suben las fotos a las redes sociales", explicó João.

Tiene más de dos mil seguidores en su cuenta de Instagram.

El porvenir 

Poco satisfecho con las fotos de los 100 metros planos, João opta por el salto largo. El área de aterrizaje está a pocos metros.

"Aquí sí está bien. Están arreglando la arena, ¿verdad? Escucho perfecto. ¿Está bien el zoom? Señálame la tabla... Ok... Avísame cuando salga para estar preparado", pedía como una metralladora.

"No es sólo la acción que hay que capturar, estas fotos muestran intimidad"

Y firme, apoyado en el borde, comenzó a capturar imágenes increíbles, dignas de portada de revista. "No es sólo la acción que hay que capturar, estas fotos muestran intimidad", explicó.

João cree que es el único fotógrafo ciego dedicado al deporte. Conoce bien el mundo del atletismo, pues trató de hacer carrera paralímpica en lanzamiento de bala, dardo y disco.

"No entré al equipo, el nivel es demasiado alto. Pero el deporte lo es todo para mí y ahora lo sigo con la cámara", señaló João.

¿Próximo paso? "Aprender inglés", dijo... "Nos vamos para Tokio... O al menos con eso sueño".

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