Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Con disciplina, valores y entrega, Susana y Sergio son un matrimonio joven que, con el apoyo del equipo de rugby Hammerheads, ha encontrado el impulso para hacer crecer y dejar en la historia de Cancún el primer equipo de tag rugby de niños, y posicionarlo como uno de los principales deportes en el municipio.

Este singular equipo entrena dos días entre semana en Cancún y todos los sábados en el deportivo de residencial Morelos II, en la alcaldía de Puerto Morelos. Está compuesto por 12 menores, en su mayoría niñas de entre seis y 13 años de edad, quienes comparten el mismo sueño de ser parte de la selección nacional de rugby y poner en alto la bandera de México y su ciudad de origen: Cancún.

Sin contacto físico

Susana Ocampo explicó que el tag rugby es una variante de jugar rugby, pero en el que no existe el contacto físico. Los jugadores tienen un cinturón atado con dos tiras con velcro, la intención de este deporte es que los infantes desarrollen sus habilidades y destrezas para evadir al rival.

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“El tacleo recurrente en la práctica del rugby o el fútbol americano se reemplaza quitando alguna de las tiras que se ubican en cada costado del cinturón, cualquier contacto intencional, es causa de sanción y de que el jugador abandone el juego”, expresó Susana.

Por ello, uno de los propósitos es llevar a las escuelas públicas esta práctica deportiva, pues además de que el tag remarca la lealtad, compañerismo y respeto por el contrario, se acostumbra un tercer tiempo en el que se realiza una convivencia entre los dos equipos y sus familias, comentó Sergio Baeza Rojas, entrenador del equipo de Puerto Morelos.

Destreza en el campo

Para Mildred y Ethel Baeza Ocampo, hermanas de 12 y 10 años, este deporte se ha convertido en parte de su vida familiar. Comentan con emoción que los entrenamientos las han llevado a soñar en las grandes ligas del rugby y por ello le ponen dedicación y disciplina, pues ambas tienen la convicción que llegarán a representar a su país en juegos internacionales.

Para ellas no importa la edad ni el tamaño, ni si son niñas o niños, pues las reglas del juego agudizan su destreza en el campo y disfrutan de correr entre el césped, como a Yuliana Assened Razo, de tan solo seis años de edad; a ella lo que más le gusta del tag rugby es tener el balón en sus manos y que la persigan al redor de la cancha de juego.  “Me gusta que todas corran atrás de mí y lanzar el balón a otra niña de mi equipo”, expresó sonriente.