Sin sorpresas, inician Olimpiadas de Invierno

La cita deportiva en la que Rusia invirtió 51 mil mdd fue inaugurada este mediodía y se prolongará hasta el 23 de febrero.

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Los rusos Irina Rodnina y Vladislav Tretyak durante el encendido del fuego olímpico en Sochi. (Agencias)
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Agencias
SOCHI, Rusia.- En una superlativa y fastuosa ceremonia, el presidente ruso Vladimir Putin inauguró oficialmente este viernes al mediodía los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi.

Unas horas antes un sujeto ucraniano trató de secuestrar un avión y llevarlo entre amenazas de bomba a Sochi, pero finalmente fue arrestado. El avión salió de Jarkov, Ucrania, con destino a Estambul, Turquía.

Más que en otras citas, estos Juegos Olímpicos están estrechamente atados al gobernante del país anfitrión.

Putin cargó con la iniciativa de obtener el derecho de montarlos en esta ciudad, un centro turístico de verano en el mar Negro y próximo a las montañas del Cáucaso.

Rusia se gastó 51,000 millones de dólares para transformar a Sochi en un paraíso para los deportes invernales.

Corrupción y terrorismo

Los Juegos Olímpicos más caros en la historia acabaron sumiéndose en una vorágine de corrupción, abusos al medio ambiente y temores a atentados terroristas por la insurgencia islámica en las vecinas repúblicas de Chechenia y Dagestán.

Apenas después de ponerse el sol sobre el Cáucaso y a la ribera de la costa que bordea el estadio Fisht, la estrella de la televisión rusa Yana Churikova pegó un grito a la gente que aún trataba de acomodarse en sus asientos: "¡Bienvenidos al centro del universo!".

Y así será durante las próximas dos semanas para los 3,000 deportistas que participarán en 98 pruebas, batiendo récords de participación y competencias en unos Juegos de Invierno.

Seudo lesbianas en inauguración

Como parte de la apertura de los Juegos Olímpicos invernales las integrantes de un dúo de música pop que fingieron ser lesbianas, una famosa cantante de ópera y todo un repaso a la historia de Rusia fueron parte del show. 

La presentación de las cantantes rusas Tatu en el Estadio Fisht situado cerca de la costa del mar Negro, sorprendió por el contraste que refleja frente al revuelo causado por la ley rusa que prohíbe la "propaganda" gay dirigida a los menores de edad y que se usa para discriminar a los homosexuales. 

Algunos mandatarios extranjeros y activistas han expresado su rechazo a la ley. 
Incluso el presidente estadounidense Barack Obama no asistió a la ceremonia y en cambio envió una delegación con varios prominentes atletas gays.

Para Rusia, la ceremonia de apertura ofreció la ocasión de exhibir al mundo su identidad post soviética. Seguramente se acoplará a la versión de Putin: un país dueño de una compleja historia y que voltear la página a dos convulsas décadas y ahora puede montar una magna cita deportiva internacional.

La ceremonia se enfocó en Rusia y en los ideales olímpicos de deportividad y competencia, no en la represión de voces opositoras, temores de terrorismo y la tensión por el conflicto interno que estremece a la vecina Ucrania.

Para la gente que no conoce mucho de Rusia, el director de la ceremonia, Konstantin Ernst, prometió recurrir a "metáforas sencillas", nada como las enfermeras que en los Juegos de Londres representaron al sistema de salud pública. Según Ernst, eso fue uno de los momentos más incomprensibles en la historia olímpica.

Entre el pop y la música clásica

Ernst dijo que "Not Gonna Get Us", el tema éxito de Tatu, fue seleccionada porque es una de las pocas canciones del pop ruso que han trascendido en el extranjero.

El grueso del acto dio relieve a la rica tradición de música clásica de Rusia, con presentaciones del pianista Denis Matsuev y la soprano Anna Netrebko a cargo de cantar el himno olímpico.

Ernst también dijo que la canción de Tatu motivará a los deportistas por ser un tema bailable y que estimula la competencia.

El anillo que no se encendió

La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno tuvo un paso en falso cuando uno de los cinco anillos olímpicos no se encendió cuando se trataba de recrear una nevada.

Cinco enormes círculos, brillando como copos de nieve, emergieron en el escenario para describir las cuatro estaciones. Flotaron hasta lo alto del estadio Fisht y, uno por uno, comenzó a transformarse en anillos. Pero sólo cuatro se entrelazaron, mientras que el quinto quedó como copo de nieve.

Los cinco debían unirse para dar inicio a un despliegue pirotécnico para poner en marcha la fiesta. En cambio, los anillos terminaron apagándose y removidos del estadio, justo cuando el presidente Vladimir Putin era presentado.

La aparición de los anillos es uno de los momentos más icónicos en una ceremonia de apertura, y el deseo de Putin era que el acto sirviese como una presentación de la nueva Rusia al mundo.

El anillo que no se encendió no es el primer percance que ocurre en una ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. 

Vancouver, Sydney y Seúl también tuvieron sus dificultades para encender el pebetero.

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