Andrés García siempre 'quiso' con Silvia Pinal

El actor fue la estrella de las fotonovelas a finales de los años setenta.

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Silvia Pinal y Andrés García fueron protagonistas de fotonovelas a finales de los setentas, momentos en los cuales el actor se sentía bastante atraído por Pinal. (Imagen tomada de fotogramas.es)
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Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- El actor Andrés García confesó que, en los años 70, al realizar el número de una fotonovela, se le pidió hacer una escena de cama con Silvia Pinal. Sin embargo, él se sintió cohibido al saber que la actriz estaba desnuda bajo las sábanas, por lo que detuvo la producción hasta sentirse listo.

“Silvia Pinal era la mujer más hermosa de aquella época. Cuando nos tocó hacer la escena de cama, el director dijo que teníamos que estar desnudos porque se notaba la ropa ante la cámara.

“Entonces, debajo de las sábanas ella se quitó lo que traía puesto y me dijo: ‘ya puedes entrar', pero no pude, tuve que tomar mi tiempo para calmarme porque me ‘chivié', me dio vergüenza estar con ella en ese momento íntimo. Lo que pasa es que me gustaba mucho y me imponía demasiado”, confesó García a Notimex.

Fue hace unos días que Silvia Pinal y él platicaron sobre esa anécdota en la casa del actor, en Acapulco, Guerrero.

“Apenas le confesé que me fascinaba, que lamentaba mucho no haber andado con ella. Desgraciadamente nunca se lo pedí porque los dos teníamos compromiso y la oportunidad se nos fue. Me arrepiento de no haberle dedicado más tiempo a nuestra relación de amistad para que con el tiempo llegara a darse algo más”.

Sin embargo, con quien sí se dio el realismo en una escena de cama fue con otra actriz, tanto, que la producción completa abandonó la locación. El actor no dijo su nombre porque confesó que aquella compañera estuvo casada con un amigo cercano. 

“No traíamos ropa y entre beso y beso nos entró tanto cariño que nos seguimos de largo. Cuando el director se dio cuenta, exclamó: ‘paren, paren', pero ni madres, qué íbamos a parar, teníamos que acabar lo que estábamos haciendo, así que todos se salieron”.

Y así, entre risas, agrega: “Me puedo seguir contando otras historias candentes y no tanto, pero mejor me las guardo porque las actrices se pueden enojar”.

El galán de las fotonovelas 

Era común ver a Andrés García en el poster de las fotonovelas, pues el público lo exigía por tratarse del galán de moda; no obstante, hubo uno que llamó la atención hasta del propio actor de 75 años.

“Yo estaba en traje de baño y ahora que tengo los años encima, de verdad me quedo impresionado de la belleza masculina que tenía en aquel tiempo, ahora lo entiendo todo”.

“Rojo atardecer” fue el título de una de las historias que hizo con Claudia Islas para “Cita…” con locaciones en Acapulco, Guerrero, ambos en traje de baño. También con bañador, se le ve junto a July Furlong, para “Novelas de amor”. Incluso, se le promovía como el clavadista Andrés García.

Con Sylvia Manríquez hizo “Luna Blanca” para “Novela musical” y con Lucía Méndez destacó también bajo las sábanas en “Pablo y Cristina”, que publicó “Cita…”.

Otras presentaciones en revistas como “Cita de lujo”, “Ternura”, “Novelas de amor” y “Chicas” fueron: “Preludio a un beso”, “Me perderé contigo”, “Lo prohibido”, “Nuestra vida es un infierno” y “Un corazón de oro”.

“Fueron 10 años los que me coticé como protagonista, y aunque en ocasiones pedía los papeles de villano, siempre me daban el del bueno, el del galán, y pues ya qué hacía”, comentó.

Fue tal el éxito que Andrés García alcanzaba, que a finales de la década de los 70 lanzó su revista titulada “Aventurero. Andrés García”, a través de una editorial propia, contrató a actores de fama para dar credibilidad a las historias que se contaban.

“Me fue muy bien, pero desgraciadamente sucedió algo con los monopolios; el dueño de Novedades me quería comprar la publicación porque estaba tan bien hecha que parecía una película”, detalló.

“Me hizo una oferta muy buena, pero no quise vender, entonces me quitaron el papel que usaba y que fabricaba una sola empresa”.

“La compañía tenía la obligación de surtir a los periódicos y a quien lo solicitara, pero a mí me quitaron la oportunidad y no pude seguir. Sólo sacamos entre 10 y 12 números, pero bien hechos”, subrayó.

Al hacer un balance de esa época, el actor asegura que fueron buenos tiempos porque las fotonovelas continuaron la fama que ya había levantado.

“Hubo días que no me la creía por tanto trabajo que tenía, por tantos contratos que había que firmar y por tanta gente con la que me topaba en la calle pidiendo un autógrafo. Son momentos que atesoro muchísimo y agradezco por haberlos vivido”, concluyó.

(Información de Notimex) 

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