Agencias
CIUDAD DE MÉXICO, México.- Para Neil Tenant y Chris Lowe, el público mexicano es un viejo conocido; la última vez que el dueto británico pisó suelo mexicano fue en 2013 y desde entonces sus fans han tenido que esperar pacientemente su regreso.

Ayer por la noche, Pet Shop Boys fue el encargado de cerrar el escenario Corona Light donde se presentaron frente a las más de 76 mil personas que se dieron cita en la séptima edición del festival Corona Capital.

Como parte de su gira Super, el dueto originario de Londres, Inglaterra, apareció en el escenario a las nueve y 29 minutos –con casi 15 minutos de retraso- y fue ahí donde incendiaron con un espectacular diseño de iluminación que mitigó los 12 grados centígrados que se sentían en la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez.

"Hola gente”, lanzaron los británicos mientras los primeros beats de Inner Sanctum —de su más reciente producción que da nombre a la gira— se apoderaron  del escenario y las luces no dejaban de bailar al ritmo que el sintetizador marcaba.

"Hola México, somos los Pet Shop Boys y estamos muy contentos de estar de vuelta”, dijo Lowe para volver a saludar a sus fans.

West End Girls, The Pop Kids, In the NightBurn, Love Is a Bourgeois Construct, el clásico New York City Boy, el cóver de Village People Go West y Se A Vida É (That’s The Way Life Is) fueron sólo algunos de los temas que el dueto programó para su presentación de la noche de ayer donde la espera valió la pena.

La música se convirtió  ayer en el refugio de miles de almas que encontraron en las 25 bandas presentes en el Corona Capital, el calor negado por las gélidas temperaturas y la amenaza de lluvia vividas en la Ciudad de México.

Pet Shop Boys, Richard Ashcroft, Band of Horses, Tegan and Sara, Edward Shape & The Magnetic Zeros y Courtney Benett fueron sólo algunos de los artistas que disfrutaron de la cálida recepción del público mexicano reunido en la curva cuatro del Autódromo Hermanos Rodríguez.

The Verve reinvindica a Ashcroft

Dentro de ese paraíso musical, dominado por propuestas independientes y un puñado de clásicos, sobresalió Richard Ashcroft, quien  reivindicó el legado del grupo británico The Verve, del que se separó física más no musicalmente.

Nada de su época como solista cupo, nadie se lo sabía, apenas alcanzaban a tomar una cerveza.

Al igual que en Argentina, Ashcroft pidió tener sus apuntadores frontales, que ni usó porque todas las canciones las tenía en la cabeza.

Out of my body, Sonnet, Space and Time y Lucky Man fueron algunas de las canciones que el británico colocó en su setlist.

Pese a que Ashcroft  tiene sus canciones de solista, las rolas de su exagrupacion fueron las que más movieron.

Antes de despedirse con Bitterswit Symphony, Ashcroft tocó The Drugs Don’t Work y Hold On, para cerrar su noche nostálgica en el Escenario Doritos.

Durante la tarde, y sin importar que las nubes amenazaban la séptima edición, los 76 mil 500 asistentes circularon por la pista del Autódromo buscando, en los cuatro escenarios, su propio el epicentro de la gran fiesta de la música.

Gin Wigmore fue la encargada de abrir el festín en el escenario Corona.

La neozelandesa le puso el toque punk a la jornada. Qué lástima que los que llegaron enchamarrados con bufanda y guantes no fueran tanto con Wigmore que les daba su música para destruirse.

Dirty Merxy, su nuevo sencillo, fue el bit de su set de más de media hora donde la gente estaba más preocupada por consumir cervezas que por escuchar la revelación del cartel.

Mientras que en el escenario Corona Light todo se alistaba para que el postpunk neoyorquino de Andrew Savage, Austin Brown, Sean Yeatos y Max Savage, mejor conocidos como Parquet Courts, hicieran vibrar a los amantes del género.

Tegan and Sara cimbró el Corona Light con los temas de su última producción Love You To Death, mientras que Caveman comenzó a calentar el escenario Doritos.

Más de 90 pesos tenían que desembolsar por un vaso de cerveza que era necesario para ver a Dashboard Conffesional. La banda emo, hardcore, metal core, que era una minoría y vio al grupo, tuvo el mejor momento
de la tarde.

Vindicated, una de las mejores canciones del grupo, fue la que abrió el set que duró más de 30 minutos. Stolen y Scream Infidelities fueron de las canciones que concluyeron su presentación.

Edward Shape & The Magnetic Zeros hicieron bailar a la multitud que se congregó frente a su escenario. Con la ayuda de un coro de niños mexicanos los originarios de Estados Unidos tocaron algunos de sus éxitos pero fue con el Cielito lindo con lo que se ganaron a la gente que los acompañó en una sola voz.

"Muchas gracias, ¿están bien chicos?, ¿tienen hambre? ¿está todo bien?”, pronunció Courtney Barnett durante su presentación en la plataforma del Corona, donde la australiana cautivó a la gente que escuchó su indie rock.

Hace tres años la cantante y compositora fue reconocida en su natal Melbourne como la artista revelación.

Tres minutos después del horario establecido, 19:15 horas, Ben Bridwell, Ryan Monroe, Tyler Ramsey, Bill Reynolds y Creighton Barrett, Band Of Horses se apoderaron del escenario Corona Light donde con su mezcla de indie, folk y alternativo arrancaron los aplausos del público que llegó al lugar con más de media hora de antelación.

La mayoría de los norteamericanos los amamos, no escuchen a ese estúpido de Trump. Nosotros los amamos”, dijo Bridwell minutos antes de que The Great Salt Lake comenzara a sonar provocando una ovación que estalló al unísono.

Temas como Is There a Ghost, Knock Knock, In A Drawer y Casual Parties enmarcaron la presentación de los originarios de Seattle, Washington, quienes un día antes regalaron un show especial en el marco del festival.

Para hoy, suculento menú musical

• 16:50 Wild Nothing
• 17:30 Peter Bjorn & John
• 18:10 Super Furry Animals
• 19:10 Yeasayer
• 20:10 Warpaint
• 21:10 Suede
• 21:55 Lana del Rey
• 23:00 Mark Ronson vs Kevin Parker
• 23:25 LCD Soundsystem