Milenio Digital
CIUDAD DE MÉXICO.- Héctor Suárez dice que no va a regresar a la televisión mexicana porque el precio que pagó por realizar el programa ¿Qué nos pasa? fue muy alto; asegura que hoy su opción es YouTube, o bien, participaciones en programas donde tiene esporádicas apariciones. 

El actor, que recién cumplió 78 años de edad, ha estado realizando proyectos en el extranjero y también se ha enfocado en estar de gira por la República mexicana con obras de teatro o stand up, pero siempre alejado de la pantalla chica en nuestro país.

“A la televisión nunca regresaré porque no me dan chance, ni Televisa ni nadie. Eso es porque no quieren que yo despierte conciencias con mi trabajo”, comentó Suárez en entrevista telefónica.

Su experiencia lo hace revirar al pasado y asegura que ¿Qué nos pasa? (1985 a 1987) “fue un programa que marcó la historia de la televisión”, pero también acepta que sus personajes y su labor como comediante en cada una de esas emisiones lo destinaron a ser removido. 

“¿Qué nos pasa? fue un programa por el que hasta la fecha estoy pagando el precio tan caro de haber hecho un tipo de contenido donde yo criticaba a la sociedad y a la política”, indica. 

Señala que incluso recibió amenazas “de anónimos”, pero eso no lo ha detenido y a pesar de los obstáculos, el histrión revivirá algunos personajes como El no hay, El picudo o Doña Zoila a la realidad actual, en un segmento que tendrá en un nuevo noticiario de Carmen Aristegui que se transmitirá por YouTube.

Además, Héctor Suárez aparecerá mañana en el programa Drunk History, de Comedy Central, haciendo una participación especial al personificar a Benito Juárez en una historia distorsionada de México.

Drunk History es un formato traído de la tv estadounidense donde se escoge a un narrador, se le ofrecen bebidas alcohólicas y se le anima a contar frente a una cámara eventos importantes. Héctor Suárez recreó la versión alcoholizada de algunos hechos, respetando la inexactitud e improperios del relato. 

“Estuve expuesto a  la historia de una persona que se emborrachó de verdad y que el texto lo dijo como el culo. Es horrible, porque soy muy profesional, me tuve que limitar a un texto mal dicho, mal matizado, que no se entendía. Para mí es muy muy frustrante trabajar así. Sin embargo, obedecí las indicaciones y lo hice como quiso el director”, finalizó el destacado comediante.