Milenio
MÉXICO, D.F.- A través de diversos esfuerzos se ha logrado levantar la producción de la cinematografía nacional hacia números decorosos; sin embargo, falta mucho por hacer en materia de distribución, como voltear la mirada a las nuevas pantallas que ofrecen sistemas como Netflix, Vudu, YouTube y iTunes, e incluso la televisión.

Marina Stavenhagen, en la última etapa de su mandato explicó que “hay que pensar en distribución. Hay muchas cosas qué determinar, hay que establecer los mecanismos para que se dé seguimiento. También creo que no basta con el tema de los porcentajes de películas nacionales en pantalla.

“Vale la pena hacer una reflexión sobre la ley, una versión de este marco normativo; y, entonces, es inevitable pensar en las plataformas de distribución, en las pantallas, hay que pensar en la televisión, al igual que en las transmisiones por internet”, expresó Stavenhagen, quien recién dejó su cargo como directora de Imcine.

El sociólogo francés Gilles Lipovetsky, quien ha realizado estudios sobre portales streamig, en una visita a México, habló de las posibilidades que implicaba una ‘multiplicación de pantallas’, como una estrategia importante para desmitificar que las salas de los complejos cinematográficos sean los únicos espacios para ver cine.

“Hemos puesto el tema sobre la mesa, hemos estado alertas en esta multiplicación de pantallas que planteó. Para estos modelos, creo que hemos creado la producción de películas para televisión, hemos respaldado el concurso de cortometrajes para dispositivo móvil, por ejemplo”, comentó Stavenhagen.

'No basta con el porcentaje de peliculas nacionales en pantalla'

De hecho, Imcine y Canal 22 dieron paso a la producción de tres películas diseñadas exclusivamente para ser transmitidas en la pantalla pública. De esta unión resultó Chalán (Jorge Michel Grau), En el ombligo del cielo (Carlos Gómez) y Hecho en China (Gabriel Guzmán), y ya se planean tres filmes más de los cuales aún no revelan detalles.

“En esta multiplicación de pantallas estamos dando nuestros primeros pasos. Desde el punto de vista de la distribución, no solo hemos llegado a través del quehacer del cine, a través del video on demand, el video en streaming, colocar esos catálogos. También en aquellas películas de cortos para iTunes, pero sí estamos buscando en la vinculación de nueva ventanas”, comentó Marina.

Hay otras opciones, como Netflix o Vudu, e incluso el portal de iTunes que proveen de opciones que claramente han desplazado la asistencia a las salas de cine, que, aunque personajes como Alejandro Ramírez, CEO de Cinépolis, puede contrarrestarse “a través de precios equitativos y calidad en el servicio e instalaciones cómodas, pues debe crecer la idea de que pagar por ver una película es tener una experiencia más enriquecedora que estar en casa”, detalló el director de Cinepolis.

La apuesta de tener cine en diversos formatos puede funcionar en sociedades donde la clase media es aspiracional completamente; por ello, Pablo Cruz, de Canana, expresa que el despertar latinoamericano impulsará la industria cinematográfica nacional incluso con la llevada de contenidos a través de su canal Canana on demand, donde proyectan los documentales de Ambulante.

“Se están hablando de las grandes corporaciones, después del crecimiento de Asia sigue el de Latinoamérica. Hoy la clase media mexicana quiere pertenecer a esa experiencia de consumo, ir al cine, consumir cine es una forma de salir de la clase baja y es uno de los símbolos de que te está yendo bien”, comentó Pablo Cruz, cofundador de Canana.

Los responsables de Netflix en Latinoamérica, Reed Hastings y Jonathan Friedland, también consideran que el hecho de que se licencien contenidos por región se debe a una confianza por parte de las distribuidoras, “con el tiempo, nos dimos cuenta de que las distribuidoras tenían menos miedo, así que nuestro catálogo de películas, documentales, series y programas se ha ampliado”, relató Hastings, CEO de Netflix.