Agencias
NUEVA YORK, Nueva York.- Escritores y críticos varones son los favoritos del mundo cultural anglosajón, donde dominan claramente el mundo literario.

El panorama surge de un estudio norteamericano realizado sobre las principales revistas culturales anglosajonas, donde los hombres siguen ocupando una porción desproporcionadamente grande de la "torta", según la investigación de la organización Vida.

El estudio, que examina la presencia de las mujeres en las artes, reseña a lo largo de tres años publicaciones importantes como el New Yorker, la New York Review of Books, el Times Literary Supplement y la London Review of Books.

Por ejemplo, en la London Review of Books en 2012 solo el 24 por ciento (66 sobre 276) de las críticas fueron firmadas por mujeres. Y apenas un 27 por ciento de los libros reseñados habían sido escritos por mujeres.

En la New Review of Books el porcentaje fue más bajo todavía: 16 y 22 por ciento respectivamente.

Los porcentajes son prácticamente análogos a los de 2010, mientras en otras revistas como Harper's el número de escritoras comentadas bajó en el término de tres años de 21 en 2010 a 19 en 2011 y apenas 11 en 2012.

En New Republic, en cambio, disminuyeron las mujeres a quienes les confiaron la crítica: de 13 en 2010 a 11 en 2011 y solo nueve en 2012.

También bajó la proporción femenina en la Paris Review, en tanto la única excepción a este panorama se da en la poesía: en la revista Poetry durante 2012 el 45 por ciento de los versos publicados fueron de mujeres.

Pero en el resto, el panorama es un desierto, a pesar de autoras como Zadie Smith o Jumpha Lahiri, por no hablar de J.K. Rowling y E.L. James. "Estamos frente a cifras extremadamente bajas", comentó la escritora Jenny Diski. Según su colega Jenny Turner "el problema es sutil y arraigado, lo que hace difícil afrontarlo con los métodos tradicionales".

Para Turner, "el sexismo se hizo aplastante y en consecuencia los responsables de las revistas son completamente inconscientes del modo en que desalientan a las mujeres. Peor aún, las mujeres no comprenden que son discriminadas: piensan que el juicio negativo debe ser cierto y no se sienten lo bastante adecuadas".