Personajes de 'Porque el amor manda' superan la ficción

Los actores se sienten muy orgullosos de su trabajo, que a lo largo de ocho meses tuvieron con el productor Juan Osorio.

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Los actores Beatriz Morayra, Alejandro Ávila, la niña María José Mariscal y Carmen Salinas. (Milenio)
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María José Cantú/Milenio
MÉXICO, D.F.- Apesar de que hoy llega a su fin Porque el amor manda, telenovela producida por Juan Osorio, los cómicos personajes que surgieron a lo largo de ocho meses de transmisión mantendrán a los actores en el recuerdo del público.

Beatriz Morayra encarnó a dos hermanas gemelas, una de ellas la psicóloga Martha Ferrer. La actriz asegura que los niños le tienen miedo (“ya cuando sonrío se calman”) y a pesar de que el personaje tendrá final feliz, seguirá escuchando gritar: “Ahí va la loca”.

Recordando a Carmen Salinas como la olvidadiza Chatita, las personas en la calle la detienen para pedirle fotos y expresarle su cariño, actos que a la actriz hacen feliz, pues asegura: “Tengo un gran acercamiento con el pueblo, de donde yo vengo, de la raza, y como me meto donde quiera y ando por donde sea nos la pasamos muy bien”.

Alejandro Ávila popularizó la palabra “encanto”, apodo que le dio su personaje de Fernando a Jesús, interpretado por Colunga, mientras la traviesa Valentina, encarnada por la niña María José Mariscal robó el corazón del elenco y del público, quien a través de las redes sociales le muestra su afecto. 

Las últimas escenas del melodrama fueron grabadas en Monterrey, Nuevo León, lugar donde la producción de Juan Osorio fue recibida de buena manera, “la gente nos dio un buen trato, orgullosos de que le diéramos la importancia que merece el estado”, aseguró Carmen Salinas.

Fue necesario que el elenco se trasladara en diversas ocasiones a aquella ciudad para grabar algunos aspectos de restaurantes, calles y zonas representativas del lugar, como la Catedral, el parque Fundidora y la cascada Cola de Caballo.

Alejandro Ávila, Carmen Salinas y Beatriz Morayra no descartan trabajar con Osorio en un futuro, pues la imagen que guardan de él es la de un productor comprometido que enseña con amor y disciplina.

Aunque las grabaciones ya concluyeron, el final de la historia sigue siendo una incógnita para la mayoría del elenco, pues fue grabado a puerta cerrada con Fernando Colunga y Blanca Soto.  

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