Agencias
ROMA, Italia.- Una boda con 150 invitados, entre los cuales los testigos Angelina Jolie y su nuevo marido Brad Pitt, además de Sandra Bullock, Matt Damon y Bono, líder de los U2: el matrimonio del 27 de septiembre en Venecia entre George Clooney y Amal Alamuddin, una de las abogadas más poderosas del planeta, comienza a tomar forma.

En Italia, y no sólo, nadie duda que será uno de los enlaces del año.

Todo está listo por ejemplo en el frente del catering, que estará a cargo de chef italianos y franceses, mientras que la encargada de la música será la cantante y modelo estadounidense Lana Del Rey, según publica el sitio web ansa.it.

El matrimonio por civil entre el "divo de los divos" Clooney y la abogada Amal será celebrado por otra parte por el exalcalde de Roma Walter Veltroni, viejo amigo del actor norteamericano.

Ambos se conocieron en el 2007 durante una cumbre de Nobel por la paz.

Todos los reflectores apuntarán por otra parte al vestido que llevará la novia, uno de los modelos de la estilista Sarah Burton de "Alexander McQueen", la casa británica de modas aconsejada a la bella Amal nada menos que por la directora de Vogue America, Anna Wintour.

Todos estos detalles fueron contados por el semanario italiano Gente, cuyo enviado Andrea Tomasi describió también las preocupaciones y los nervios que se viven en Venecia, entre cuyos canales se respira por otra parte romanticismo y belleza por doquier.

En estos días, tampoco faltan las ironías de algunos habitantes de Venecia, hartos de la constante invasión de turistas y de un tráfico cada día más difícil: "Nos faltaba sólo Clooney...", afirman muchos venecianos.

Clooney -apunta Gente- estaría por otra parte pensando en dejar el cine y presentarse como candidato con los demócratas para la gobernación de California o para conquistar un escaño en el Senado.

El tiempo dirá. Por ahora los italianos están interesados en el matrimonio.

Los invitados llegarán a la ciudad en un vuelo privado y serán alojados en el Palacio Papadopoli, donde desde hace años hay un resort internacional nada menos que con siete estrellas.

El Palacio fue construido en la segunda mitad del XVI siglo, tiene pinturas, frescos, objetos y decoraciones en oro, además 24 habitaciones, donde dormir una noche cuesta 850 euros por noche. Siempre y cuando sea temporada baja.

Será precisamente en este Palacio donde en la mañana del día 27 Clooney e invitados bajarán del Canal Grande que cruza la ciudad tras una procesión de lanchas que contará con la protección de la policía italiana.

Hay quien dice que las autoridades podrían incluso cerrar el tráfico en la zona -o sea la navegación en los canales- precisamente para facilitar las cosas a Clooney y sus amigos.

Siguiendo la tradición según la cual la novia transcurre su última noche de soltera sola, Amal estará en el Palacio desde el día precedente.

Dando una mirada dentro del edificio, se destacan los dos pisos principales, que serán el escenario de la ceremonia y del party que coronará el matrimonio George-Amal. 

¿Y quien se encargará de organizar todos los detalles del recibimiento y de la fiesta? se preguntan muchos venecianos. Según parece, será la misma empresa (Mestiere Cinema) que el año pasado se ocupó de un mega-evento de Dolce y Gabbana.

Los expertos de la sociedad ya han comenzado por ejemplo a tapar las ventanas de algunas habitaciones, para proteger la "privacidad" de la pareja y también la de sus invitados.

Parece que Vogue América será la única autorizada a sacar fotografías del matrimonio y la fiesta. 

En otras palabras, Vogue tiene la 'exclusiva' a cambio de un cheque que a su vez será destinado a la fundación de beneficencia de Clooney. 

Obviamente, no faltarán las flores. En la magnífica residencia veneciana habrá rosas blancas de Munaretto, un conocido especialista del Lido de Venecia. El color dominante será de todos modos el amarillo, tonalidad que cubrirá casi todo, desde el "look" de la esposa hasta las comidas.

Muchos de los invitados intentarán por otra parte dar un rápido vistazo al anillo de Amal: un diamante de siete quilates, con un precio estimado en 600 mil euros. Un regalo -obvio- de George.