Joel González/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Un éxito ha resultado el programa piloto del Fideicomiso Garante de la Orquesta Sinfónica de Yucatán (Figarosy) que proporciona una actividad de formación cultural extramuros a los jóvenes de educación media superior y superior, por lo que muy pronto será presentado el proyecto de forma oficial.

Como hemos informado, la actividad consiste en invitar a estudiantes de preparatoria y universidades a presenciar los ensayos generales de la orquesta.

En este marco el director titular de la agrupación, Juan Carlos Lomónaco, fue cuestionado si existe alguna dificultad para que los jóvenes se acerquen a la música, por lo que respondió que no debería haberla puesto que no hay que saber nada para escuchar la mal llamada música clásica - ya que explica que ese adjetivo pertenece a un periodo- por lo que prefiere denominarla como música académica.

“No hay que ser eruditos, solo hay que acercarse al arte; yo considero que el hombre es el único animal sobre la tierra capaz de trascender y qué mejor que sea en el arte”, señala.

Lomónaco hizo una analogía entre el concierto y una exposición, destacando que no se requiere ser un experto conocedor para poder admirar una obra, ya que la asistencia continua a estos eventos hará que la experiencia vuelva familiar al espectador. “Lo más importante es quitar esos estigmas de que la música académica es para gente mayor o erudita”, declara.

Sobre su papael, el músico explica que para entender la figura del director es importante hacer una mención histórica, recordando que en la antigüedad las agrupaciones siempre requirieron de la dirección por parte de algunos de los músicos sin una batuta como actualmente se conoce, pero sí con un liderazgo, el cual es importante en cualquier organización.

“A través de la historia de la música las agrupaciones fueron creciendo y ante la complejidad de la música y el crecimiento de la orquesta el director deja de tocar un instrumento para que esté concentrado en dirigir y no en tocar”, comparte.

Con respecto a la nomenclatura en la música académica reconoció que es de las causas que asustan a los espectadores porque les suena muy técnico, puso de ejemplo el Opus, palabra de origen latín que significa obra, y que se utiliza como un catálogo.

“Estos genios produjeron tanta música que fue necesario catalogarla”, afirma el entrevistado.

Para finalizar, Lomónaco expresa que ayudaría mucho que se tradujeran al español los conceptos para que la gente lo comprendiera de mejor manera.

“La gente no se asustaría si les digo: vamos a tocar un Allegro ma non tropom si entendiera que vamos a tocar algo, alegre pero no mucho, que es lo que significa, ya que sólo por tradición la música se acota en italiano”. 

Para finalizar, el reconocido director de orquesta hizo una invitación: “No hay nada más maravilloso que aprender, en vez de asustarnos, aprendamos”.