Agencias
MÉXICO, D.F.- Aunque estaba listo desde el 23 de noviembre —cuando estaba planeada su apertura—, la inauguración del Memorial para Víctimas de la Violencia, con el que organizaciones civiles y el gobierno federal buscaban recordar a los muertos durante el sexenio, fue pospuesto hasta después de concluir el mandato de Felipe Calderón.

Durante un recorrido por la obra, los diseñadores del proyecto, Julio Gaeta, Ricardo López y Luby Springall, del despacho Gaeta Springall Arquitectos, revelaron que el memorial ya está listo, pero por razones que aseguraron desconocer, Calderón no la inauguró. Sin embargo, minimizaron este hecho.

“Eso ni siquiera es importante. Éste es un espacio para la ciudadanía, no es espacio para Calderón ni para expiar culpas. Lo importante es que esto es para la gente; si lo vino a inaugurar o no lo inauguró, no es importante”, aseguró Luby.

Ante las muestras de rechazo que ha generado la obra en organizaciones como el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad e Hijos México, López Martín respondió: “Si otros movimientos quieren hacer otros memoriales o tienen otras propuestas, lo pueden hacer”.

También explicó que su despacho solo mantuvo contacto con las organizaciones que promovieron la obra —Camino a Casa, Alto al Secuestro y México SOS— y adelantó que no prevé que Enrique Peña Nieto acuda a la inauguración, prevista para la siguiente semana.

El memorial consta de 70 láminas de acero colocadas en forma vertical en un terreno de 15 mil metros cuadrados, atrás del Campo Marte. En el precio también hubo cambios. De los 22 millones de pesos que se habían programado para la obra, el costo subió a 30 millones debido a modificaciones en el tamaño de las placas.

Además, a diferencia de lo que se había informado por la administración federal saliente, los recursos no fueron erogados por la Procuraduría Social de Atención a Víctimas (Províctima), sino que salieron de una partida del Instituto Nacional de Bellas Artes y a Sedesol. La obra quedará bajo resguardo de Províctima, aunque ninguna de las dependencias mencionadas ha informado con claridad la manera en que se gastaron los recursos.

Respecto al diseño arquitectónico, los creadores de la obra destacaron que el acero con el que están hechas las placas de 12 metros de altura tienen un efecto de oxidado para dar sensación de nostalgia.

Las placas fueron instaladas conforme al orden de los árboles que ya estaban en el terreno; en 40 de ellas, hay inscritas frases de autores como Saramago, Gandhi y Sabines; entre otros. En las placas, los visitantes podrán utilizar cualquier tipo de material para plasmar nombres, frases o dibujos.