Banxico hace de todo para salvar al peso

Banxico subió su tasa de referencia en 50 puntos base y llevó la moneda mexicana a su mejor momento, desde el pasado 13 de diciembre.

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La tasa de interés de referencia pasó de 5.75 a 6.25 por ciento, como lo habían previsto analistas. Éste es el primer incremento de Banxico en lo que va del año. (Archivo/Agencias)
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Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió aumentar en 50 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 6.25 por ciento, según informó Notimex.

En su primer anuncio de política monetaria del año, expone que el entorno actual que enfrenta la economía hace relevante que las autoridades fortalezcan los fundamentos macroeconómicos, consolidando las finanzas públicas y ajustando la postura de política monetaria al ritmo que sea oportuno, al tiempo que se impulsa la implementación de las reformas estructurales.

El instituto central precisa al respecto que la liberalización en los precios de las gasolinas debería significar un avance en el fortalecimiento del marco macroeconómico del país, por la reducción que representa de las vulnerabilidades de las finanzas públicas.

Una postura fiscal sólida es esencial para fortalecer el marco macroeconómico y coadyuva a reducir la percepción de riesgo en la economía, creándose un entorno más propicio para el crecimiento y la estabilidad de precios, argumenta.

Reconoce que la tendencia al alza que presentó la inflación a finales de 2016 se vio exacerbada en enero pasado, al llegar a 4.72 por ciento, debido principalmente al efecto de los ajustes en los precios de algunos energéticos, principalmente los de las gasolinas.

Se espera que la inflación durante el año en curso se vea afectada de manera temporal tanto por cambios en precios relativos de las mercancías respecto de los correspondientes a los servicios, derivados de la depreciación del tipo de cambio y del impacto transitorio de la liberalización de los precios de las gasolinas.

La Junta de Gobierno del Banxico seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas

No obstante, continúa, se anticipa que durante los últimos meses de 2017 y en 2018 tanto la inflación general, como la subyacente, retomen la tendencia convergente al objetivo de 3.0 por ciento, a medida que disminuyan los efectos de los choques mencionados.

El Banxico aclara que esta previsión está sujeta a riesgos, y que a la alza, el principal es que se eleven aún más las expectativas de inflación.

Lo anterior, como consecuencia, por una parte, de que derivado de la incertidumbre externa la moneda nacional experimente depreciaciones adicionales y, por otra, que los incrementos en los precios de los energéticos eleven más allá de su impacto natural los precios de bienes y servicios.

Entre los riesgos a la baja, destaca la posibilidad de que se presente una apreciación de la moneda nacional; reducciones adicionales en los precios de algunos insumos por las reformas estructurales.

De igual forma, que el comportamiento futuro de las referencias internacionales y una mayor competencia entre los proveedores de gasolina en el país resulten en precios menores de los energéticos, y que la actividad económica nacional se desacelere más de lo anticipado.

Argumenta que dada la simultaneidad del entorno adverso y los choques temporales en precios relativos, el principal reto que enfrenta la Junta de Gobierno es que no se presenten efectos de segundo orden sobre la inflación y que se mantengan ancladas las expectativas en la materia de mediano y largo plazos.

Lo anterior, si se considera tanto la naturaleza transitoria de los choques que enfrenta la inflación este año, como el horizonte en el que operan los canales de transmisión de la política monetaria, ante los ajustes llevados a cabo durante 2016 y los que se juzguen convenientes para este año, destaca.

De esta manera, precisa que seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazos, en especial del traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio y de las cotizaciones de las gasolinas al resto de los precios.

De igual manera, añade, la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos y la evolución de la brecha del producto, con el fin de estar en posibilidad de continuar con las medidas necesarias para lograr la convergencia eficiente de la inflación al objetivo de 3.0 por ciento.

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