Agencias
MÉXICO, DF.- En el periodo 2007-2011, los bancos extranjeros que operan en México pagaron dividendos por 167 mil 721 millones de pesos a sus matrices, precisó Pablo Peña, director de Estudios Económicos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

En México, los principales bancos con matriz en el exterior son Bancomer (España), Banamex (Estados Unidos), HSBC (Inglaterra), Santander (España) y Scotiabank (Canadá).

Sin embargo, en opinión de Carlos Serrano, vicepresidente de política regulatoria de la CNBV, la llamada extranjerización de la banca no debe preocupar, pues no hay evidencia de que las instituciones financieras con capital foráneo sean menos propensas a financiar a las empresas medianas y pequeñas, o que cobren tasas más altas por sus créditos.

La definición de bancos totalmente nacionales es “artificial”, pues en el caso de Banorte, 64.5 por ciento de sus accionistas son extranjeros.

Carlos Serrano recalcó que la política de la CNBV es que el mercado cuente con mucho más bancos, sin importar el origen del capital, según informa Milenio. 

En la presentación del compendio de estudios económicos se destacó que “por cada peso de utilidad distribuido como dividendo, 64 centavos van al bolsillo de los inversionistas extranjeros”, Pablo Peña, director general de estudios económicos de la CNBV, indicó que la cartera empresarial de los bancos con matriz en el extranjero ha crecido de forma similar que el resto de las firmas financieras en todo el país.

El organismo regulador aseguró que no debe ser una regla la reinversión de utilidades de las empresas financieras internacionales en México, pues ni siquiera las compañías de origen nacional llevan a cabo este proceso. Tal es el ejemplo de Cemex, Gruma y América Móvil, ya que en el periodo 2009-2011 cada una de estas empresas invirtió más en el extranjero que en el país, resaltó la CNBV en su estudio.

Pablo Peña expuso que la inversión en el exterior como porcentaje de lo ejercido domésticamente fue de 543 por ciento para Cemex; 369, para Gruma y 360 por ciento para América Móvil. “Los montos invertidos en el exterior pudieron aplicarse en México”, pero consideraron más conveniente para sus accionistas hacerlo en otros mercados.

“Castigar o impedir la repatriación de utilidades de los bancos extranjeros sería inconsistente con permitir que los inversionistas nacionales persigan oportunidades rentables en otros países”, argumentó.