Ana Grimaldo /Agencia
CIUDAD DE MÉXICO.- En algún momento de nuestra vida laboral, todos nos hemos quejado de nuestro empleo: está muy lejos, mis compañeros me caen mal o simplemente dejó de gustarme. Eso sin contar otros cientos de factores que provocan un disgusto en la gente por su trabajo, sin embargo, tu integridad física no siempre se ha visto comprometida... ¿o sí?

Tan solo durante el 2016, se registraron 394 mil 202 accidentes de trabajo en México y 986 personas fallecidas mientras laboraban. Además, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó 21 mil 082 casos de incapacidades permanentes debido a accidentes de trabajo, publica huffingtonpost.com.mx.

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Todos los empleados estamos expuestos a sufrir un percance; no obstante, el riesgo incrementa con empleos que están relacionados con actividades elementales y de apoyo, (médicos, policías, bomberos), así como los empleados de ventas, despachadores y dependientes en comercios. Estos grupos registraron 38 mil 026 empleados accidentados durante el año pasado.

Exactamente, ¿cuáles son los empleos más riesgosos?

Ocupación y número de accidentes en 2016

1.- Actividades elementales y de apoyo en diversos campos (agropecuarias, forestales, pesca, minería, construcción, industria, entre otros) - 19,565

2.- Empleados de ventas y dependientes en comercios - 18,461

3.- Trabajadores en control de almacén y bodega - 17,050

4.- Barrenderos y trabajadores de limpieza - 13,969

5.- Demostradores y promotores - 13,788

6.- Cargadores - 13,140

7.- Cocineros - 12,765

8.- Albañiles, mamposteros y afines - 12,241

9.- Choferes vendedores - 11,542

10.- Conductores de camiones y vehículos de carga - 10,213

¿Cómo se lastiman?

*Traumatismos superficiales

*Luxaciones

*Esguinces

*Desgarres

*Heridas

*Fracturas

*Quemaduras

¿Por qué se lastiman?

*Exposición a fuerzas mecánicas inanimadas, como operación de maquinaria pesada

*Caídas

*Exceso de esfuerzo (No, cambiar los garrafones de tu oficina no cuenta.)

Así que si trabajas en uno de estos ámbitos, tienes tres opciones: esperar que no te suceda a ti, cambiarte de ocupación o buscar la mejor asesoría para conseguir el seguro de vida más adecuado de ti. Aunque no es para sorprenderse, de 53 millones de personas que son activas económicamente, sólo 8 millones están asegurados.