Agencias
CIUDAD DE MEXICO.- La victoria del magnate Donald Trump en las elecciones del 8 de noviembre podrá acelerar la entrega a Estados Unidos del "rey de las drogas" Joaquín El Chapo Guzmán, que serviría de "moneda de cambio" del gobierno mexicano con el futuro mandatario.

"El Chapo podría ser un presente del presidente mexicano Enrique Peña Nieto a Trump", según fuentes de la Cancillería citadas por Proceso.

De acuerdo con ansa.it, el ministerio de Relaciones Exteriores y la Procuraduría General "ya están finiquitado el proceso legal de la extradición" del famoso jefe criminal, señalaron.

"Los recursos jurídicos a los que han recurrido los abogados del narcotraficante están por terminar. Guzmán Loera podría ser enviado a Estados Unidos posiblemente este mes de diciembre", indicaron las fuentes.

Los informes indican que la velocidad con la que el gobierno de Peña Nieto quería entregar al jefe del Cártel de Sinaloa a Estados Unidos se frenó un poco tras la elección de Trump.

Sin embargo, para fuentes diplomáticas y especialistas el traslado del peligroso narcotraficante que dos veces se escapó de una prisión de alta seguridad, una en enero de 2001 y otra en julio de 2014, a Estados Unidos es una valiosa "moneda de cambio" con Trump.

Se trata de "una carta importante en la baraja de opciones de Peña Nieto para empezar a quedar bien con el próximo presidente estadounidense", afirmó. 

Trump toma posesión el 20 de enero de 2017, y "un gesto de cordialidad para el arranque de una nueva era en las relaciones con el presidente que amenaza con construir un muro en la frontera y anular al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, sería la entrega de El Chapo unas semanas de después de esa fecha", afirmaron las fuentes Guzmán, que encabeza un imperio criminal esparcido en más de 50 países, el cual sin embargo se ha debilitado por su caída en desgracia, aguarda en una prisión de Ciudad Juárez, frontera con Estados Unidos, su traslado a Estados Unidos.

En las últimas semanas su defensa ha jugado la "carta humanitaria" pues se ha quejado de que su cliente es objeto de malos tratos que le provocaron serios problemas de salud, entre ellos paranoia, desmemoria e incluso depresión. 

Trump ha sugerido que el gobierno mexicano es una especie de "fuentes de todos los males" de Estados Unidos, tanto por el tratado de Libre Comercio de Norteamérica, vigente desde hace 22 años, que ha "robado empleos" a su país, para trasladarlos a México, como por enviar a "criminales y narcotraficantes" a su territorio. Tanto la Cancillería como el poder judicial han dictaminado positivamente la entrega de Guzmán, de 59 años, pero falta ahora que se agote la fase de las apelaciones.

Desde hace casi un año, los abogados de El Chapo esgrimieron el argumento de la constante hostilidad de Trump hacia los mexicanos para asegurar que su cliente no tiene posibilidades de ser sometido "a un juicio justo". 

La fuga de Guzmán a través de un túnel de mil 500 metros de largo y 20 de profundidad del búnker carcelario de Puente Grande - a 90 kilómetros de la capital mexicana- en julio de 2015, cambió la postura de México de rehusarse a entregarlo a las autoridades del país vecino para enjuiciarlo.

El gobierno argumentaba que era capaz de tener en prisión al peligroso y escurridizo delincuente, pero la fuga puso en duda y ridiculizó su capacidad para mantenerlo bajo resguardo en forma segura, debido a los altos niveles de corrupción imperantes en el sistema carcelario.

Tras ser recapturado el 8 de enero último, el gobierno Peña anunció su decisión de aceptar la solicitud de entregarlo para enfrentar los cargos en tribunales de El Paso, Texas, y Los Ángeles, California