Alejandro Madrigal/Milenio
CHILPANCINGO, Guerrero.- A la comunidad de Acatempa llegó el Ejército mexicano para apoyar y respaldar a la policía comunitaria que recientemente se creó; aquí no entran policías estatales ni municipales y los delitos se castigan con días de prisión y trabajo comunitario. A los reincidentes se les duplica el castigo.

Esta policía se integra con 50 elementos y se organizó desde hace 20 días, sumándose a las 45 comunidades del municipio de Ayutla, San Luis Acatlán, Paraje Montero, Malina, Temalacalcingo, Tixtla y Oninalá que cuentan con su propia autoridad y hasta sus propias reglas de operación apoyadas por la Coordinación Regional de Autoridades Comunitarias.

En uno de sus retenes instalado en la carretera Tixtla-Atliaca, los policías comunitarios no hicieron valla como lo acostumbran otras organizaciones, como la Unión de Pueblos del Estado de Guerrero: se ubican de manera escalonada, como se los indicó el Ejército.

“Lo que estamos haciendo aquí es por la seguridad de nuestro pueblo, porque ya no confiamos en la policía municipal, que siempre se ha involucrado con gente maldosa que viene a hacer males a la comunidad, por eso estamos aquí”, dijo Gumersindo Tejacal, uno de los policías comunitarios. Está armado con una escopeta.

“Aquí no se distingue a personas, aquí puede entrar un general, y hasta el Presidente, pero si cometen un error, aquí se le detiene. Aquí no se distingue a nadie, ni tampoco entran licenciados, porque la ley somos nosotros y se va a castigar”, sentenció el Comisario Ejidal de Acatempa, Pastor Coctecón Plateado.

La policía de esta región surgió por el asesinato y secuestro de una persona, ocurrido en 4 de febrero, por lo que cuatro comunidades se esperan sumar para prevenir la delincuencia. Dichos poblados son Tecotzintla, El Troncón, Zacatzonapan y El Potrero.

Llamados en náhuatl

En Acatempa —localidad ubicada en el centro de Guerrero— el llamado para convocar a los policías comunitarios se hace en náhuatl y a través del sonido local de una tienda; en su techo se instalan cuatro megáfonos para que todos sus habitantes (dos mil) escuchen el llamado

“Aquí ninguno de nosotros tiene miedo, lo estamos haciendo para el pueblo, pero en caso de que levantaran a alguno de nosotros se va directo con el presidente (municipal) y se levantaría el pueblo entero, a nivel estado, porque no estamos solos”, concluyó el comisario ejidal de Acatempa.