'Ladies', de la prepotencia a la humillación machista

Los casos recientes de videos o fotos virales protagonizados por mujeres poco tienen que ver con la soberbia o la corrupción.

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El caso de Lady Coralina se volvió objeto de miles de burlas y críticas en redes sociales por besar a un hombre en su despedida de soltera. (Facebook)
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Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- Para ganarse el apodo de lady en México ya no es necesario viralizar un acto de prepotencia y clasismo, sólo es necesario no actuar con los estándares sociales de una dama. 

El caso más reciente es el de Lady Coralina, una mujer que desde el 22 de septiembre se volvió objeto de miles de burlas y críticas en Facebook y Twitter por besar a un hombre en su despedida de soltera. 

En decenas de tuits que acumulan centenares de retuits se leen mensajes como "Todos hemos tenido a nuestra propia #LadyCoralina en la vida, solo sin la justicia divina de quemarla en redes sociales" o "La culpa la tiene el novio de #LadyCoralina. Las conocen perreando en el antro y las quieren hacer madres de sus hijos. #Babosos".

El mote de lady antes servía para denunciar abusos de poder como el caso de Lady Senadora, la política que insultó a una empleada de una aerolínea por negarle acceso a un vuelo al que llegó tarde, o Lady Profeco, la hija de un servidor público que ordenó cerrar un restaurante porque no le dieron una mesa. Sin embargo, ahora el meme es una nueva arma para denigrar a las mexicanas. 

“La moral de las mujeres es una cosa pública, las mismas conductas no se vuelven viral si se tratan de un hombre”, advierte la columnista y activista Catalina Ruiz.

El origen de las nuevas ladies se puede rastrear hasta la Lady 100 pesos quien, en estado de ebriedad, intentó sobornar a un policía después de haber estrellado su coche. 

Los comentarios y memes que originó se enfocaron más en su aspecto físico que en su intento de saltarse la ley. A diferencia de los lord, a los que sólo se les conoce por su acción prepotente, la Lady 100 Pesos ganó fama en redes a gracias a la difusión de sus fotografías provenientes de su cuenta personal de Facebook y los falsos rumores de que firmaría autógrafos y posaría para la revista Playboy.

 

“Con las ladies no sólo se exhibe la corrupción, sino que también se les juzga su comportamiento como mujeres”, señala la periodista y activista feminista Patricia Chandomí.

De acuerdo con el sitio web verne.elpais.com, la nueva tendencia comparte las características del slut shaming, la tendencia a criticar a las mujeres por sus actos sexuales (reales o rumorados) o por comportamientos de índole sexual que se interpretan como inapropiados. Tras la filtración, el material se vuelve viral y los usuarios de internet suelen acosar e insultar a las mujeres por practicar su sexualidad. Estos casos pueden tener efectos irreversibles como el más reciente de una italiana de 31 años que se suicidó por el acoso sufrido a raíz de la filtración de un video suyo con contenido sexual.

No todos los casos de ladies surgen a partir de este tipo de material. Para ganarse el apodo en internet, sólo hace falta ser captada haciendo algo fuera de lo común o que lo parezca. 

Una mujer de Zacatecas se convirtió en Lady Cajero por cubrir la pantalla de un cajero automático con su suéter. Lady Celos fue el título del vídeo de un agitado pleito entre personas a bordo de dos camionetas, una de ellas se estrella deliberadamente contra la otra. Varios medios describieron la escena como una mujer que cobraba venganza contra la amante de su esposo, algo que aún no ha sido corroborado.

La cantante Belinda recibió el apodo de Lady Sapito por un video en el que se queja con sus fans por pedirle cantar una canción de su infancia durante un concierto. En una entrevista con El País, la intérprete explicó que el negarse a cantar Sapito es un ritual entre ella y sus aficionados en sus conciertos y que aquel gesto  fue malinterpretado como un acto de soberbia en internet.

“Internet deja más en evidencia el machismo en el país. Los agresores te pueden atacar sin ver tu reacción, no hay empatía, es más fácil para ellos”, condena Ruiz. Quizá el caso que demuestra más la desigualdad de sexos es el de Lady Orinoco, una chica de Monterrey quien fue grabada con su pareja realizando actos sexuales en una taquería. 

A pesar de que los dos fueron captados en video, nunca existió un Lord Orinoco que la acompañara en el linchamiento virtual. Sólo se filtraron fotografías e información de la mujer, algunos usuarios incluso compartieron su curriculum.

“Las redes están ampliando la vigilancia sobre el cuerpo de las mujeres, nos debemos portar bien, por eso no pasa lo mismo con los hombres” añade Chandomí. Existen una tendencia de criticar más a las mujeres que a los hombres en internet. 

Según un estudio del diario británico The Guardian, de los autores que sufren más acoso por los artículos publicados en su web, ocho de cada diez son mujeres. El diario también reveló que sus administradores bloquean con más frecuencia comentarios inapropiados dirigidos a sus escritoras que a sus escritores.

Los hombres están tan absueltos de este trato que cuando cometen un error sin ser abusivos se les ha llegado a bautizar como ladies. 

José Madero, el exvocalista del grupo Pandx, fue captado limpiándose la mejilla con un pañuelo durante una firma de autógrafos, los usuarios en redes lo interpretaron como un acto de repudio ante los besos de sus fans. Las redes lo llamaron Lady Panda por considerar que actuaba con un comportamiento afeminado estereotipado.

 

Una búsqueda de Verne en Twitter, Facebook y Google arrojó 22 casos de ladies que han surgido desde enero hasta finales de septiembre de 2016.

El tribunal de las redes sociales, según las Ruíz y Chandomí, es un reflejo de nuestra cultura, para que estos fenómenos dejen de ocurrir necesita ver un cambio en la sociedad. Lo primero que se debe hacer es dejar de compartir los vídeos y fotografías que exhibe la vida personal de los demás, “las redes sociales se están convirtiendo en un espacio de odio” señala Chandomí.

Existen campañas mediáticas en otros países que intentan concientizar a la población sobre el daño de exhibir la vida de las personas en Internet, como es el caso de #YoRespeto o #NoLoCompartas del colectivo uruguayo Pensamiento Colectivo. Por ahora en México todavía no hay un movimiento formal para combatir el nuevo fenómeno de la ladies.

 

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