Carolina Rivera/Milenio
MÉXICO, D.F.- A pesar de que el gobierno de México jugó un papel decisivo en la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la creación de un convenio sobre el trabajo domestico, durante 2013 no se concretó su ratificación en el Senado y, en consecuencia, ni su entrada en vigor.

Con esto, ya van tres años que, a través de la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), se ha buscado concretar un dictamen por parte del Ejecutivo federal con la participación de las dependencias involucradas para garantizar su implementación, que impactaría en la mejora de las condiciones laborales de 2.2 millones de personas.

Sin embargo, hasta la fecha el análisis técnico que se ha desarrollado por parte de las secretarías de Gobernación y del Trabajo, así como del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no ha podido ser concretado.

El presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Ricardo Bucio, reconoció que si bien el dictamen está prácticamente listo para presentarse ante el legislativo, la incorporación de las trabajadoras del hogar a la seguridad social sigue siendo un tema que no ha terminado de evaluarse.

Por lo que en tanto no se presenten las opiniones de todos los involucrados en su aplicación, sin importar si ésta es positiva o negativa, el Senado no podrá realizar la ratificación a la que México está obligado por pertenecer a los organismos de Naciones Unidas.

“La OIT es el único organismo de Naciones Unidas que establece como requisito a los estados parte que aun cuando el Ejecutivo haga un dictamen en contra de un convenio, tienen que mandarlo a la instancia legislativa para que determine si se ratifica o no, es decir, el convenio tiene que enviarse al Senado en un momento dado”, enfatizó el presidente de Conapred.

Hasta el momento únicamente cinco países miembros de la OIT han ratificado este convenio, que en el caso de nuestro país de ser suscrito obtendría rango constitucional y se sumaria a los 78 convenios ratificados hasta el momento con la organización. 

En México, del total de personas que se emplean en el trabajo del hogar, nueve de cada 10 son mujeres, lo que coloca esta actividad económica como la que tiene mayor participación del sexo femenino.

Dicho convenio es una herramienta que elimina la desigualdad que viven las personas que realizan el trabajo del hogar, por lo que cualquier ratificación obligará a México a respetar, promover y hacer realidad los principios y derechos fundamentales en el trabajo.

Asimismo se prevé la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio, la abolición efectiva del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.

“Lo que tenemos que hacer en este momento todas las instituciones públicas del país es ver cómo le vamos a dar trámite a la ratificación del convenio para su implementación y dejando de poner en duda si se va ratificar o no”, puntualizó Bucio Mujica.