Se desconoce éxito o fracaso de escuelas de Tiempo Completo

El Imco advierte que no se han difundido mediciones sobre cómo el ampliar la jornada escolar hasta por ocho horas ha influido en resultados satisfactorios.

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Al inicio del sexenio de Peña Nieto existían seis mil 708 escuelas bajo el esquema de Tiempo Completo y para 2014 son 23 mil 182.
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Alma Paola Wong/Milenio
MÉXICO, D.F.- A casi ocho años de operación del Programa Escuelas de Tiempo Completo y pese a los cambios de gobierno, no se cuentan con indicadores claros de la operación del programa, sus objetivos y normatividad, advirtió el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

Además, aun cuando con la reciente Reforma Educativa se ha promovido como un elemento para mejorar la calidad en la enseñanza, hasta ahora no se han difundido mediciones sobre cómo el ampliar la jornada escolar hasta por ocho horas ha influido en resultados satisfactorios, aseveró Ariadna Camargo, investigadora del Imco y coordinadora de la iniciativa Mejora tu Escuela.

“El tiempo por sí mismo no es un factor que inmediatamente vaya a incrementar la calidad de la educación, necesita venir acompañado de una serie de otros elementos para que realmente sea un factor que mejore la calidad de los aprendizajes.

“Van varios años de operación y hasta el momento no nos han indicado en el diseño la justificación del programa, qué se hizo al respecto, cuáles son los estudios que demuestran de qué manera están utilizando el tiempo los profesores en las jornadas de tiempo completo”, señaló.

La especialista advirtió que la falta de claridad en las reglas de operación, así como los deficientes controles a los recursos que se destinan a las entidades por ese programa, provocan que una estrategia que pudiera servir para elevar la calidad educativa en el país quede solo en cifras mediáticas.

Cabe mencionar que como parte de los logros de la Reforma Educativa, la Secretaría de Educación Pública (SEP) presumió que al inicio de este sexenio existían seis mil 708 escuelas bajo este esquema y para  2014 son 23 mil 182.

No obstante, es uno de los programas en los que la Auditoría Superior de la Federación ha señalado una preocupante falta de normativa necesaria “acorde con su relevancia, para apoyar a una gestión adecuada y transparente de sus recursos”.

Las auditorías de diferentes años realizadas a este programa han señalado la presencia de una ambigüedad en la operación.

Por ejemplo, en la auditoría de la cuenta pública 2013, el órgano fiscalizador emitió cinco promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria contra la SEP y los gobiernos estatales por el desvío de recursos.

La especialista advirtió de la falta de claridad en las reglas de operación, así como los deficientes controles a los recursos que se destinan a las entidades por ese programa

Y es que la SEP adelantó recursos a Baja California, Jalisco, Nuevo León, Campeche, Guerrero, San Luis Potosí, Querétaro y Tabasco por 972 millones 153 mil 400 pesos, sin que los gobiernos estatales entregaran las cartas compromiso con las cuales se obligan a cumplir el programa.

Germán Cervantes, director general de la gestión e innovación educativa en la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP, explicó que también es responsabilidad de los estados la aplicación de los recursos.

 “Nosotros hacemos un convenio con cada entidad, el estado recibe el recurso y es el responsable de administrarlo y hacerlo llegar a las escuelas. La SEP entrega a tiempo los recursos. Cuando nos llegan los reportes de que no están a tiempo los recursos en alguna escuela, nosotros intervenimos directamente desde el programa con los estados para que nos digan por qué no está ocurriendo, lo que hacemos es dar vista.

“Los estados  también están sujetos a las auditorías y si no cumplen deben sujetarse a las sanciones correspondientes”, recalcó.

Defendió que la secretaría cumple en tiempo y forma con la entrega del presupuesto del programa.

“En el esquema de tiempo completo cada escuela recibe por ciclo escolar 90 mil pesos, que la escuela decide en qué los emplea, si mejora su plantel, si adquiere materiales, si adquiere computadoras, si contrata un especialista, cursos para los maestros, es decir, la escuela decide en qué emplea esos recursos que tiene la escuela asignados”, dijo.

El funcionario justificó que si bien las escuelas de tiempo completo aún registran faltantes en cuanto a equipamiento de los planteles y comedores, se trata de elementos que se irán mejorando de manera paulatina.

Particularmente, explicó, en el caso de la calidad educativa, pues se trabaja en la capacitación de los profesores para aprovechar el incremento de horas en las aulas.

“Cualquier escuela siempre se puede fortalecer, algunas será la infraestructura, otras materiales, equipamiento, al final las escuelas están funcionando, ¿en qué estamos trabajando? En dignificar los comedores. Insisto, las escuelas mexicanas no estuvieron pensadas en su diseño para dar comedores.

“Creo que no hay carencias, es parte del crecimiento. No podemos hacer más de lo mismo, si tienes más tiempo tenemos que trabajar en la calidad, está pensado así para que las escuelas den otro tipo de resultados”, señaló.

De acuerdo con la SEP, el Programa Escuelas de Tiempo Completo de Educación Básica, que comenzó desde 2007, fue planeado para contribuir al fortalecimiento del aprendizaje, la recreación y el  desarrollo físico, así como crear espacios de convivencia. Las jornadas escolares se ampliaron entre seis y ocho horas en los niveles preescolar, primaria y secundaria de todo el país.

Además, en aquellas escuelas ubicadas en los 405 municipios donde opera la Cruzada Nacional contra el Hambre y el Programa Nacional para la Prevención del Delito, los estudiantes reciben alimentos.

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