Usos y costumbres, lastres para la mujer indígena

Denuncian que al amparo de esa figura, en Chiapas se violan los derechos de la población femenina.

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Para salir adelante, las niñas de las comunidades chiapanecas tienen que 'rebelarse' y salir del pueblo. (Archivo Notimex)
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Agencias
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas.- Los llamados usos y costumbres deben eliminarse en los pueblos y comunidades indígenas de Chiapas, ya que constituyen la peor violación a los derechos de las mujeres, dijo indígena tzotzil Antonia Vázquez Hernández.

La mujer, de 21 años, originaria de Zinacantán, denunció que los hombres de su comunidad y de la mayoría de los municipios indígenas violan la Constitución General de la República, la local y demás leyes, y nadie los hace cumplir, publica Notimex.

Para los hombres, la mujer solamente debe estar en la casa atendiendo a sus hijos y al marido, no sin antes ir por la leña y cargarla al hombro, más bien debe estar agachada, la mayoría no conoce sus derechos, no los sabe exigir, ni que existe el Día Internacional de las Mujeres.

Subrayó que los llamados usos y costumbres vulneran y están por encima del Estado mexicano, pero nadie exige nada a los hombres que niegan a sus madres, esposa, hijas acceso a la salud, incluso, decidir el tiempo y el espacio para procrear hijos.

"La mujer indígena muchas veces vive sometida, son mandadas por sus esposos, manipuladas, no tienen derecho a nada; no ejercen sus derechos, no los conocen, no saben que tienen libertades, no le dan derechos para estudiar, ni para ir al médico, cuando va a nacer una mujer ya se sabe que será un objeto para la casa", sostuvo.

"Los hombres no quieren perder los usos y costumbres, no dejan destacar, ni sobresalir a las mujeres, muy pocas terminan su educación primaria, muy pocas van y terminan la preparatoria y muy pocas van a la universidad; la sociedad indígena machista cree que ese debe ser el círculo de la mujer indígena", enfatizó.

De niñas a mujeres

En entrevista, Vázquez Hernández insistió que en la mayoría de los pueblos y comunidades indígenas son los hombres los que toman la palabra, no creen en la capacidad de las mujeres, ni están de acuerdo en que sea quien los mande; cuando la mujer trasciende, el hombre pierde poder, y para los indígenas varones, no debe haber igualdad.

Indicó que las niñas, adolescentes y jóvenes que salen de sus comunidades y hogares para estudiar, a veces tienen que "revelarse" contra sus padres, aunque ya hay quienes están de acuerdo, la mayoría que estudia llega solamente hasta la secundaria, "de ahí pasan de ser niñas a mujeres".

Tampoco, continuó, está permitido a la mujer participar en la política, "yo -dijo- para ser autogestora e integrante de la asociación civil Desarrollo, Género y Ciudadanía, tuve que vencer muchas barreras, buscar el respaldo de otras mujeres ya organizadas".

Ella vive en la cabecera municipal de Zinacantán, terminó la preparatoria hace dos años. "Sólo me han permitido ejercer mis derechos parcialmente en la asociación a la que pertenezco; algunas amigas sólo terminaron primaria, aprendieron a lavar, cocinar y a mantener al marido".

La joven mujer está de acuerdo en romper esas barreras pero no sabe cómo, y añadió que la mujer indígena requiere espacios en la actividad política, económica, social, cultural y recreativa.

"Queremos que los hombres entiendan que tenemos derechos, que exigimos que se cumplan y respeten, que respeten nuestra dignidad, no sólo ellos deben ejercer sus derechos, que entiendan que tenemos libertades que deben respetarse, no estamos de acuerdo con el sometimiento", dijo.

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