Y Mariano Matamoros es... mujer

Expertos del INAH confirmaron que la osamenta de quien se creía era el héroe de la Independencia, aliado de Morelos, pertenece a una persona del sexo femenino.

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El estudio arrojó que Nicolás Bravo padecía sífilis. (INAH)
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Silvia Isabel Gámez/Agencia Reforma
MÉXICO, D.F.- Un análisis realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia reveló que los restos a los que se les han rendido honores durante todos estos años, no corresponden a los del sacerdote Mariano Matamoros, quien se unió a la Guerra de Independencia y llegó a ser general y la mano derecha de José María Morelos.

El análisis de antropología física señala que en la urna identificada con el nombre de Mariano Matamoros no se encontraba el general, sino una mujer de 40 a 45 años de edad que medía 1.51 metros. El gobierno federal omitió este dato cuando dio a conocer el resultado de los estudios en agosto de 2010.

La investigación, que el IFAI ordenó entregar al INAH tras ser interpuesto un recurso de revisión, se propuso realizar un inventario de los restos óseos ubicados en la Columna y determinar su estado de conservación, además de "corroborar o desechar datos históricos" relativos a los mismos.

Por su carácter técnico, el informe no aclara qué sucedió con el "baulito enlutado" en que fueron trasladados en 1823 los huesos de Matamoros para ser depositados en la Catedral Metropolitana el 17 de septiembre junto a otros doce "beneméritos de la Patria en grado heroico".

La Urna Libro, de 82 cm de largo, contenía una serie de etiquetas con los nombres de Hidalgo, Allende, Aldama y Morelos.

En su análisis encontraron huesos infantiles, de animales y del sexo femenino mezclados con los "asociados" a estos héroes, lo que podría deberse a que las exhumaciones estuvieron a cargo de sepultureros que no conocían la anatomía humana.

El análisis descubre que Nicolás Bravo padecía una infección bacteriana crónica conocida como Treponematosis, causante de la sífilis.

En la mandíbula de Morelos se hallaron abscesos de pus relacionados con una periodontitis que podría haberle provocado la pérdida de dientes, y en su cráneo hundimientos en el parietal izquierdo asociados a la migraña que, según datos históricos, padecía.

Los trabajos, a cargo de un equipo de especialistas del INAH integrado por José Antonio Pompa, Jorge Arturo Talavera y Nancy Geloven, tuvieron una duración de tres meses, y se llevaron a cabo en un laboratorio acondicionado en el Taller de Restauración del Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec.

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