Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El lenguaje del amor es universal, y para prueba, la relación que estableció el Santa Claus de “24x 24” con los niños. Este personaje, proveniente del Polo Norte, llegó al centro y sur de Yucatán para comunicarse en maya y español con los pequeños de las comunidades, que entendieron sin problema el código de la generosidad cuando recibieron su juguete nuevo.

Este año volvimos a hacer historia, superamos la meta gracias a todos. Fueron 22 mil 916 juguetes que llegaron a los niños de diferentes sitios de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, estos dos últimos puntos fueron atendidos por los medios del corporativo en dichos lugares. El año pasado se recaudaron 22 mil 756 obsequios.

En esta edición, la ruta de Santa Claus llegó al municipio de Santa Elena y su comisaría de San Simón, que destacó por la cantidad de pequeños mayahablantes, que si bien no comprendían a cabalidad las indicaciones para la distribución, bastaron unas cuantas palabras de Papá Noel pronunciadas en su lengua para que se organizaran y recibieran sus regalos.

Rodeados del paisaje rural, con grandes árboles, entre ellos majestuosos ceibos, los niños se divirtieron con los carritos, muñecas, pelotas y juegos de té y de mesa que recibieron de manos de los ayudantes de Santa.

La presencia del conocido personaje navideño causó revuelo en las localidades que visitó. A bordo de una camioneta, y con su brazo derecho agitando una campana, llamaba la atención de los habitantes y de un momento a otro tenía a grupos de niños corriendo a la sede de la entrega.

Atraídos por el encanto de la Navidad, los pequeños salieron de todos los puntos de su comunidad: casas, cascos de hacienda, detrás de las albarradas, de sus patios y hasta con sus perros. La escena resultó enternecedora.

Agradecemos a la Policía Municipal de Santa Elena, que guió a la caravana hasta San Simón para entregar el cargamento de juguetes, incluso voceó en lengua maya, a través de sus patrullas, la noticia de que Santa Claus llegaba a esa localidad.

Los pequeños platicaron con Papá Noel, dieron gracias y lo invitaron a regresar a su territorio, porque significó la primera vez que un proyecto con este enfoque social llega hasta su pueblo.

Las memorias acumuladas en esta zona centro y sur las guardamos con letras de oro en las páginas de “24x24”, que cumplió cinco años ininterrumpidos de cumplir su misión, con la promesa de continuar por muchos más periodos, mientras la sociedad siga “aceitando la maquinaria de generosidad” para que más niños disfruten de una feliz Navidad.

Luego de acudir al sur de Yucatán, la ruta se enfiló hacia Mérida, haciendo escala en Sinhunchén, una pequeña y tranquila comisaría donde los niños se alegraban al recibir sus juguetes. Siguieron la localidad de Dzununcán y la colonia Emiliano Zapata III.

Las jornadas de entrega continuaron sin la presencia de Santa, pero con el mismo ánimo solidario de llevar sonrisas a diferentes puntos del Estado y la capital yucateca.

Los ayudantes de Papá Noel llevaron el cargamento a los niños de Tabí y Zavala, Sotuta; Tixcacal Quintero, Huhí; Nohchacán y Eknakán, Cuzamá; Dzitiná, Acanceh, y Lepán y Telchaquillo, Tecoh. También llegó a la comisaría de Tixcacal, donde los pequeños, en medio de la oscuridad de la noche y de su casa, escasamente iluminada por un quinqué, recibieron alegres los regalos que envió Santa Claus.

La ruta tocó puntos que no se habían visitado, y el próximo año llegará a otros rumbos de la tierra maya.