Una mano amiga para recobrar la esperanza

Vida Humana Integral es una asociación dedicada a brindar atención a los portadores de VIH que son rechazados por sus familias.

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Invitan a conocer la labor altruista de Vida Humana Integral. (Foto: José Acosta/SIPSE)
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MÉRIDA, Yuc.- Alis García y Marilis Escalante, conductoras de “Salvemos una vida”, que se transmite por AMOR 100.1. FM de Grupo SIPSE, en el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA contaron con la presencia de integrantes de Vida Humana Integral, I.A.P.

En primera instancia, Silvia Pino, presidenta de la asociación civil, recordó que en este día se concientiza a la sociedad sobre el VIH y el sida, pero el trabajo en la prevención se realiza durante todo el año.

“Todo ser humano, al tener una pareja, debe cuidarse de esta enfermedad que va creciendo, incluso en mujeres embarazadas. En ellas es importante la detección oportuna para salvar al bebé. Y cualquier pareja, si no está segura, debe hacerse pruebas para descartarlo o detectarlo”, explicó.

Agregó que el albergue de la asociación se ocupa de la gente que no tiene dónde vivir al ser rechazados por sus familias al enterarse que tienen VIH o que no tienen los recursos para atenderlos.

“Muchos entran en depresión porque quedan desamparados. Nuestra asociación se encarga de conseguir recursos para atenderlos con calidad. Al ser una Institución de Asistencia Pública, tenemos el acceso para concursar en diferentes proyectos. El Nacional Monte de Piedad e Indesol nos han apoyado mucho. Sin embargo, para mantener el albergue, necesitamos de la comunidad, ya sea que donen en efectivo o en especie”, detalló.

Silvia Pino dijo que los usuarios del albergue no pagan nada por la atención que reciben en el albergue de la Misericordia de Dios Padre.

“El patronato se formó en 1993. Tenemos 22 años funcionando. Fueron momentos muy difíciles en esa época porque se conocía muy poco del VIH y el sida. Ahora han habido cambios impresionantes. La enfermedad no ha disminuido, el albergue ha crecido y también sus necesidades; ahora, por ejemplo, necesitamos pintura, calentadores de agua, lavadoras de ropa. Esas cosas sólo las podemos adquirir con la buena voluntad de los donadores, al ser IAP todo es transparente. Les invitamos a conocer el albergue para que vean en qué se usa lo que donan, se encuentra en el Periférico poniente, exactamente detrás del Monasterio de las Madres de Monte Carmelo”, expuso la presidenta de Vida Humana Integral, A.C.

Para ayudar 

Dijo que entre las actividades que realizan para captar recursos, el 31 de diciembre rifarán un juego de collar con aretes que donó la Joyería Liz. El costo del boleto es de 100 pesos (participan dos números). Los interesados en colaborar pueden comunicarse al teléfono 9991 21-16-10 (señora Silvia Pino), 9991 95-28-00 (Albergue) o al 9993 38-50-34 (señora Any Rubio, administradora).

Silvia Pino mencionó que para ser aceptado en el albergue se debe presentar una identificación con fotografía, dictamen médico de ser portador de VIH, ser de escasos recursos, haber sido rechazado por sus familiares o que éstos no puedan atenderlo.

“Hay quienes pueden quedarse a dormir ahí en caso de que trabajen, otros sólo van a comer, algunos sólo van los fines de semana. Tenemos los brazos abiertos para recibir a quien lo necesite realmente”, expresó.

La presidenta de Vida Humana Integral dijo que Any Rubio es la encargada y coordinadora administrativa del albergue a partir de este año, y realizan varias actividades en favor de los usuarios.

El albergue de la Misericordia de Dios Padre brinda asistencia sin costo alguno

“Cuando una persona viene con nosotros llega emocionalmente mal, han perdido su trabajo o a su familia por el hecho de tener VIH, por eso los apoyamos con ayuda psicológica y también tenemos varias actividades en las que participan”, explicó la administradora.

“Nuestro programa es integral: tenemos la parte física, ver que se adhieran a sus medicamentos y su alimentación, contamos con nutriólogas que checan el peso de cada uno de ellos. También abordamos la parte espiritual porque muchas veces llegan con resentimiento, trabajamos mucho el tema del perdón. En la parte emocional tenemos terapeutas voluntarios que asisten los miércoles y viernes para darles terapia individual. También se les imparten pláticas, talleres y organizamos paseos culturales. Es muy fuerte el trabajo que se hace con estas personas”, detalló Any Rubio.

Alis García dijo que la persona que ingresa al albergue se siente muy bien al recibir este apoyo y que al ser IAP la asociación el manejo de los recursos que reciben es transparente.

“Algo que se puede ver en el albergue es el trabajo que se realiza gracias a los apoyos. Tenemos los espacios adecuados para llevar a cabo este programa. Es como una casa de campo donde pueden relajarse y hacer ejercicio. No es un lugar en donde vayan a estar toda la vida, sino que se les enseña a vivir con VIH y se les dan talleres para aprender a trabajar y tareas para realizar. Lo importante es que tengan un crecimiento personal”, indicó Any Rubio.

Agregó que la asociación es católica pero aceptan a personas de cualquier ideología, cultura, edad o sexo.

“Los sábados tenemos misa a las 12 y hay voluntarios que van a darles catecismo, quien no ha hecho su primera comunión, la hace. Hay gente que entra sin religión porque no han tenido las mismas oportunidades que nosotros, pero comienzan a asistir a las pláticas y eso les llena mucho”, comentó.

Any Rubio dijo que organizan constantemente paseos para los usuarios, el próximo será el lunes a la feria de Xmatkuil, en vacaciones acuden a la playa y recientemente visitaron la réplica de la Capilla Sixtina en Mérida.

Una luz en el camino 

Por su parte, Olga, usuaria de la Misericordia de Dios Padre, al compartir su testimonio comentó que se siente muy bien a pesar de haber dejado a su familia, porque en ese lugar encontró una nueva vida.

“Me proporcionan un techo, alimentación y los talleres me dan el fortalecimiento espiritual que necesito. Yo tuve una recaída y llegué al albergue para refortalecerme. No sabía lo que era el VIH, soy madre y me preocupaba más por mi hija, lo que me ha dolido es que yo no haya sido suficiente para ella. No pude rendir como ella había querido. Llevo 16 años con VIH y ahora entré en la etapa de sida, recaí por una depresión y porque me descuidé, pero quiero decirles que sí se puede vivir con VIH”, expresó.

“Al llegar al albergue me otorgaron lo que necesitaba, un techo, una familia. No estoy con mi familia porque todos tienen una vida y yo tengo que seguir la mía sin afectarlos. El pensar y sentir que en el albergue tengo una nueva familia, me fortalece. Quiero seguir adelante porque ahora mi hija tiene 18 años y soy abuela. Eso me da motivos para continuar, y lo que no pude hacer con mi hija, lo puedo hacer con mis nietos”, comentó.

Marilis Escalante felicitó a Olga por su testimonio y por el hecho de aceptar que tiene la enfermedad y comprender que siempre hay una esperanza de vida.

Alis García también agradeció a Olga por compartir su testimonio y por el amor que tiene hacia sus nietos y a su nueva familia que encontró en el albergue. Por último, dijo que como sociedad yucateca es importante saber que se cuenta con esta asociación que ofrece ayuda gratuita a las persona con VIH e invitó a continuar realizando donativos para contribuir a esta noble causa.

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