William Sierra/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Dios Nuestro Señor nos habla constantemente de muchas maneras y lo ha hecho a través de su hijo Jesucristo y de su madre María, a quien hizo inmaculada, por ello está en nosotros escuchar ese llamado y transmitirlo en nuestros semejantes, expresó el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, ante los feligreses reunidos en la parroquia de María Inmaculada.

Al celebrar anoche una misa con motivo de la fiesta patronal de esa parroquia, y en la que 34 laicos recibieron la institución del ministerio del lectorado, monseñor Rodríguez Vega destacó que mediante la palabra escrita del Señor siempre “estaremos iluminados, de ahí la importancia de comprometerse y proclamarla  en las asamblea”.

“Reciban el libro de la Sagrada Escritura y que la transmitan”, les indicó el prelado, en un momento de la ceremonia eucarística, en la que estuvo acompañado del párroco Cristian Uicab Tzab y el vicario Saúl Che Chi.

Antes de comenzar la misa, el Arzobispo de Yucatán procedió a bendecir la imagen de Cristo Crucificado, de poco más de dos metros de alto, que recientemente fue adquirida y colocada frente del altar.

En su homilía, el Pastor de la Iglesia indicó que si algo distingue a los humanos es el poder de la comunicación.

“La palabra puede expresarse de varias maneras, con señas, escrita, al hablar; nos permite relacionarnos unos a otros, aunque es la palabra que sale de nuestro corazón la que mejor se escucha”, señaló.

“La comunicación es eterna, perfecta; la palabra de amor, como la de Dios, está llena de poder, es  creadora. Lo demostró al crearnos a semejanza de él y cuando nos vimos desnudos por el pecado cometido por Adán y Eva nos mandó a su hijo y para ello lo hizo con María, creada inmaculadamente”, dijo.

En ese sentido, manifestó que la “Palabra de Dios quedó plasmada en María y es el momento en que el verbo se hizo carne”.
También mencionó que en la medida en que “nos conozcamos más, y tengamos con nosotros a Jesucristo seremos plenamente felices. Es por ello que debemos pedirle y tener siempre presente a María para que interceda por nosotros y Jesucristo nos acompañe y sea la luz que ilumine nuestro camino”, añadió.

Antes de comenzar la misa, en la que hubo bastante presencia de jóvenes, se realizó un rosario solemne de primeras vísperas.