El uniforme de la patria

Con Felipe Calderón se inició esta nueva era en las relaciones del “mando supremo” con los hombres de uniforme, pero ¿ha cambiado algo?

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Me gustó la metáfora que utilizó el presidente Peña Nieto el martes para referirse a los militares, en una reunión masiva, ¡32 mil gentes!, no así el motivo por el que los convocó: contestar a los señalamientos y acusaciones de López Obrador.

Salvo el tradicional desayuno de año nuevo con el Ejército y la Marina, en mis más de 25 años en la Armada no recuerdo que un mandatario se hubiere reunido con el personal naval para reconocer la labor que realiza; ahora, abundan las alusiones en discursos del Ejecutivo y de los hombres de su círculo rojo, lo mismo que la frecuente exposición de los secretarios de Defensa y de Marina en los medios.

Con Felipe Calderón se inició esta nueva era en las relaciones del “mando supremo” con los hombres de uniforme, que incluyó incentivos económicos temporales, que de poco sirvieron para mejorar el nivel de vida de soldados y marinos de menor jerarquía y de los retirados.

Atrás quedó la promesa de retornar a sus cuarteles, tomada como bandera en la campaña presidencial y reiterada en los primeros días del sexenio. Hoy, la necesidad de reconocer el apoyo de los militares en la lucha contra el crimen organizado ha llevado al presidente a destacar la labor de quienes todos los días arriesgan sus vidas y “se la juegan” por México.

En el Campo Militar número Uno, donde se realizó el apapacho masivo, al presidente se le vio contento, feliz de convivir y tomarse la selfie con los hombres que portan el uniforme de la patria. Pero, ¿había necesidad de tal movilización calificada de insólita por la prensa? Me parece que no, porque el prolongado mensaje de Peña Nieto, dedicado a elogiar al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, fue transmitido a las 11 regiones militares y navales, y obligado a escucharlo a todas las fuerzas armadas del país.

Anexo "1"

La pluma del poder

La pluma cruzando el ancla es la insignia del servicio de Administración e Intendencia Naval en la Armada de México y en otras armadas. Este personal se caracteriza por su cercanía a los mandos, en cargos que por su índole requieren de lealtad, discreción y confidencialidad. Los hombres de la Marina que ostentamos la pluma en nuestros uniformes fuimos en algún momento oficiales de enlace, logísticos, administradores de tiendas y almacenes, coordinadores del presupuesto, pagadores, etc. Se ejerce, de facto, un poder heredado por los antiguos intendentes que dieron brillo y luz a la pluma.

Y de pronto navegamos hacia otra pluma de poder: el periodismo, donde Milenio Novedades me ha permitido pergeñar mis Acaecimientos, guiado por un veterano capitán del periodismo y experto en diversos temas: Martiniano Alcocer, quien dirige la sección editorial de Milenio Novedades, El Poder de la Pluma, que hoy cumple un lustro de dar luz con una pléyade de colaboradores. ¡Enhorabuena! y viento en popa.

Lo más leído

skeleton





skeleton