Un retrato hollywoodense de O Rei

Como futbolero, la recomiendo; como experto, no puedo decir lo mismo...

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Pocos tienen el privilegio de ser considerados un ícono, un fuera de serie, un crack en el futbol; hoy día, los reflectores señalan a dos grandes que juegan en Europa, sin embargo, antaño, el más grande tuvo su lugar y merecía ser retratado en un filme de la calidad de Pelé: la película” (Pelé: Birth of a Legend, 2016).

Más allá de encasillar la cinta en el mundo del futbol, que por obvias razones está supeditado a diversas secuencias de encuentros de balompié, la parte emocional, la familiar y la fraternal del llamado Rey Pelé son las que salen a relucir, gracias a la emotiva visión de los directores hermanos Jeff y Michael Zimbalist.

Con una visión hollywoodense hasta el tope, los directores, nativos de Northampton, Massachusetts, se valen de la tecnología para decorar las ya de por si preciosistas secuencias en las que Pelé hace goles y festeja sus victorias, haciendo valer con creces la nacionalidad del largometraje.

Aunque sabemos de antemano que es un filme de ficción, el espectador se percata sin esfuerzo de que los cineastas se extralimitan en la parte donde nos muestran la infancia del más grande futbolista de la historia, en secuencias en las que entrena incluso con un maracuyá, imágenes excesivas de una historia tan deleitante para los amantes del futbol y otros cinéfilos que seguramente van a detectar estas inconsistencias.

El asunto del lenguaje, por muy estadounidense que sea la cinta, resulta contrastante, pues el uso del inglés en los 107 minutos de duración deja claro que los héroes de otros países, los verdaderos héroes, los que no hacen la guerra, los que compiten lealmente y no regresan a casa con muertos en sus hombros, esos héroes, no pueden estar fuera de la nación del norte. Gran destello de humildad hubiera sido utilizar el portugués para darle mayor realismo a la historia.

El trabajo del Kevin de Paula personificando a Pelé queda a deber. En algunas secuencias se muestra ajeno a las canchas, ajeno al mundo del futbol, pecado mortal para alguien que asume la personalidad del mejor futbolista de la historia.

Desde mi perspectiva de futbolista y futbolero, me parece una cinta digna de recomendar y en particular a los aficionados del futbol; desde mi óptica de redactor de esta columna, sólo puedo comentar que el filme se quedó corto en prácticamente todos los aspectos artísticos, aunque técnicamente (fotografía, efectos, montaje) no tiene queja.

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