Mujeres y madres de hoy

Las madres serán hoy y siempre pilares de las familias yucatecas.

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Este mes me trae recuerdos y anécdotas. Tenemos muchos eventos que destacar: el Día Internacional del Lupus, Batalla de Puebla, Día del Maestro, y obviamente, el que opaca a los demás: el Día de la Madre.

Aún tengo en mi mente el rostro alegre de mi madre cuando fue toda la familia a felicitarla de forma sorpresiva, encontrándola sentada en la orilla de la cama, con su bata de casa y rezando su rosario. Tarde familiar, llena de recuerdos y presente en mi mente el poema Mater Admirabilis, de Antonio Mediz Bolio.

En este festejo –que debería durar todo el año-, sacamos tiempo para convivir con la mujer, creación excelsa, divina, capaz de cristalizar la perpetuidad de la progenie y a quien cariñosamente llamamos “mamita”. Este ser humano, cabeza de familia y elemento de cohesión social, es el cimiento y amalgama de unión.

Tal vez por ello, su existencia es más duradera que la del varón, dejándose evidencia a través del cine nacional de los años 50 a 90, que mostraban a la madre como autoridad máxima, con derecho al reclamo o castigo, sin que nadie se atreviese a rebatirla.

Pero más allá de estos pensamientos románticos, ¿cuál es la realidad de muchas mujeres y madres en el México rancio, donde domina la actitud retro que caracteriza al macho autoritario, agresivo, violento y exigente, que allende el entorno del hogar sigue desgarrando las áreas laborales, en cuyos espacios es evidente la inequidad, falta de respeto, envalentonamiento y grosería –siendo lo peor que acontece a vista y paciencia de compañeros, funcionarios, empleadores y demás-. En artículos en Milenio Novedades como: La misoginia y Andrés, Judas de archivo y otros más expongo algunos pasajes vivenciales. Ni qué decir cuando de contubernios cupulares hablamos, con tal de despojar a mujeres que se ganan por derecho un sitio y contra ellas se privilegia al recomendado.

No podía dejar pasar la necesidad de expresar mi más grande admiración por mi madre, doña Mirna, mi esposa Sheila y todas ustedes, MUJERES, quienes hoy y siempre serán el pilar de las familias en este Yucatán del Siglo XXI.

Y ensalzar la existencia de quienes son imán de amor y ejemplo de lucha contra violencia e inequidad.

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