Esta semana, como reumatólogo, quisiera apelar a la conciencia de la gente para sensibilizarse y conocer a fondo dos grandes problemas de salud en esta especialidad, y ante las cuales hemos obtenido poca respuesta, sobre todo a nivel legislativo y del sector salud. Me refiero al lupus eritematoso sistémico, que tanto ruido hizo en la tribuna de la Cámara Baja el año pasado y cuyos compromisos hasta la fecha son letra muerta, y la fibromialgia, aún poco entendida y cuyo sobrediagnóstico no es ninguna novedad.

Este 10 de mayo se cumple UN DIA MÁS de la lucha mundial contra el lupus, enfermedad causada por factores genéticos, ambientales, infecciosos y hormonales entre muchos. Las consecuencias del diagnóstico y manejo inadecuado van desde lesiones permanentes de algún órgano como riñón, corazón, cerebro, piel, pulmones, articulaciones, ojos y sistema nervioso hasta la muerte. Es un gran reto, a pesar de avances y tecnología, para el más avezado reumatólogo.

Dos días después, conmemoraremos el Día Internacional de la Fibromialgia; un problema del que todos hablan y pocos conocen y que se ha estigmatizado, debido a mitos y eventos circunstanciales. Dolores generalizados de tipo crónico, trastornos del sueño, fatigabilidad, problemas de memoria y variaciones en el estado anímico entorpecen el cotidiano actuar de la mujer entre 30 y 50 años, volviéndose en una de las principales causas de atención en los hospitales de segundo nivel.

Si bien el hecho de que haya fechas para concienciar sobre su presencia a través de actividades de difusión, definitivamente es sólo una minucia ante lo que en realidad falta por hacer. Debemos ir más allá de la foto del día y hacer eventos que evidencien la necesidad de ser reconocidas como enfermedades catastróficas. Las cerca de 200 patologías reumáticas son un problema de salud, a pesar de que no griten, hagan plantones, megamarchas, ni tenga representantes a nivel central y/o nacional. Cuestan mucho en vidas, función y dinero.

Ya basta de hacer oídos sordos al clamor de las mujeres en edad productiva y reproductiva, que exigen que instituciones educativas, instancias de salud y medios de comunicación hagan la tarea para el conocimiento, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades reumáticas. No queremos que sea un día más, donde aparezcan fotos de eventos con políticos que ansían sus “5 minutos de gloria”.