México y los migrantes centroamericanos

Debemos exigirle a Trump que respete los derechos humanos, y nosotros respetar a los migrantes, en el sur.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Obligación de cualquier persona es denunciar el discurso antiinmigrante de Donald Trump y el resurgimiento de movimientos racistas, fascistas o simplemente intolerantes que está provocando. Para denunciarlo, basta comprender que esas mismas actitudes pueden fácilmente volverse contra cualquiera y en cualquier momento, por seguro que esté de su situación económica, limpieza racial, nivel cultural, etcétera. Dos guerras mundiales dan fe de ello. Y las secuelas de la Segunda Guerra han seguido provocando muerte, destrucción y migraciones forzadas. El Siglo 20 fue un siglo trágico en ese sentido y el 21 no parece serlo menos.

Pero denunciar a Trump no debe nublar la autocrítica. Los mexicanos tenemos toda posibilidad legal de exigir respeto a los derechos humanos de nuestros compatriotas en la frontera norte, pero tenemos la misma obligación de respetar los derechos de quienes cruzan nuestra frontera sur en busca de mejores oportunidades.

No digo nada nuevo. Se ha escrito mucho al respecto pero se olvida con una dolorosa y culpable frecuencia. Muy culpable porque, al cobijo de autoridades corruptas y corruptoras, muchos que transitan por nuestro suelo son humillados, violentados o asesinados sin apenas defensa. Aunque hay organismos no gubernamentales como “La 72 Hogar-Refugio para Personas Migrantes” que, desde Tenosique y aprovechando el Día Internacional del Refugiado y Refugiada, alzan la voz. Me permito reproducir algunos de sus pronunciamientos:

“En febrero de este año, denunciamos que el Estado mexicano se negaba a atender la grave crisis de personas refugiadas que solicitaban asilo en México... Lo hemos dicho reiteradamente: El Estado mexicano se niega sistemáticamente a ofrecer refugio a las víctimas de la violencia en Centroamérica... México no puede seguir con una política de persecución salvaje, de deportación masiva y violación a los derechos humanos de migrantes y refugiados. El pueblo de México no puede dejarse contagiar por la xenofobia, la discriminación de los sentimientos de nacionalismos. Tenemos la obligación de parar todo brote de odio y generar sociedades integradoras que recuperen dignidad y exijan el respeto de los derechos humanos de las personas que huyen de sus países. No podemos ser más pieza de ese círculo mortal que significa la migración y el refugio”.

Lo más leído

skeleton





skeleton