Vaya que este mes de mayo sí que ha habido un calor de los mil demonios, como dice el dicho; en verdad los yucatecos este año en particular ya estamos hartos y enojados de tanto calor, máxime que tuvimos un invierno atípico, cuando dominaron las temperaturas cálidas y calurosas en vez de las templadas y frías que suelen suceder en esa estación.

Ya queremos que acabe este calor, pero para que esto ocurra aún nos falta un poco más de tiempo. Esta semana al menos continuarán las temperaturas altas y el ambiente muy cálido en toda la Península de Yucatán y en particular en los estados de Yucatán y Campeche, en donde los termómetros han estado marcando de 39 hasta incluso los 41 grados Celsius de registros máximos; no así el Estado de Quintana Roo, que se ha salvado gracias a que el aire dominante de estos días ha sido del este y sureste y en el vecino estado este aire viene del mar Caribe.

Esta situación ayuda a que no sea tan cálido el clima como lo es en Yucatán y Campeche, donde los vientos vienen de tierra adentro hacia el mar. En las costas yucatecas y campechanas si no entra la brisa vespertina también sufren de temperaturas sensiblemente altas.

De seguir así la situación, entonces empataremos una marca para un mes de mayo muy cálido, como lo fue el mayo de 2003.

Las lluvias todo indica que caerán las primeras a partir de este fin de semana o principios de la otra y se regularizarán a partir de principios de junio, dando así comienzo a la ansiada temporada de precipitaciones pluviales y con ella se podrán mitigar estas altas temperaturas que estamos sufriendo.

De ocurrir como se prevé, en vez de tener 39°C a 40°C de máxima, alcanzaríamos unas decentes temperaturas de 35°C a 36°C y una cobertura nubosa más amplia y no escasa como la que tenemos ahora.

Las lluvias llegarán, téngalo por seguro, ya falta menos, pero esta sequía de 2017 habrá hecho historia como una de las más intensas de los últimos 15 años.