Bueno pues llegó la estación más bonita del año: la primavera y esto ocurrió a las 4:29 del día lunes 20 de marzo; con ello se acabó nuestro invierno atípico, durante el cual dominaron las temperaturas cálidas y calurosas sobre las templadas y frías que debieron haber llegado con los frentes polares. Por eso fue atípico.

La pregunta que me han hecho es por qué últimamente hay calor durante el día, pero tenemos temperaturas frescas al anochecer y al amanecer. La respuesta es que estamos bajo los efectos de un sistema anticiclónico que provoca viento más seco y ascenso de las temperaturas durante el día; sin embargo, su viento permanente del noreste, que es para nuestra zona un aire más fresco y agradable, al llegar la tarde se vuelve más frío aún y provoca una sensación de ambiente fresco; desde el anochecer se vuelve una brisa fresca prácticamente.

Estas condiciones, sin embargo, no serán eternas, ya que a partir de fines de esta semana, o sea a partir de mañana jueves o viernes, poco a poco empezarán a dominar durante el día vientos del este y sureste que son más cálidos y con ello harán que tengamos temperaturas más calurosas, alcanzando en vez de los 33°C a 34 °C, que en estas épocas se registran de máxima durante el día, que en adelante tengamos de 36°C a 38°C.

Con la primavera, para los que vivimos aquí en esta tierra del Mayab, se presentaron los fenómenos arqueoastronómicos de Dzibilchaltún y Chichén Itzá, que este año, gracias a las buenas condiciones del tiempo que imperaron, fueron disfrutados ampliamente por miles de personas que acudieron a esos sitios arqueológicos.

Relación científica de esos fenómenos con la meteorología hay mucha, pero el que se observen o no depende de las condiciones del tiempo. Por supuesto que también tienen un significado arqueológico que los especialistas de esa rama explican ampliamente.

Lo cierto es que el anticiclón generó buen tiempo que permitió que se apreciaran en toda su belleza.