La natación se hunde

Hay que terminar con le politización de este deporte o...

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Qué me responderían si les digo que –hoy por hoy- los mejores nadadores yucatecos son un señor rondando los cuarenta años y otro en retiro? Por un lado habla muy bien del talento de ambos; pero, por otro, nos dice que en Yucatán hay una sequía en la producción de nadadores de elite. No puede ser que nadadores jóvenes en activo, entre 18 y 25 años (en su mejor momento), tiemblen cuando se presentan estos dos a competir.

De las cuatro disciplinas acuáticas comprendidas en la Asociación Yucateca de Natación, dos brillan y las restantes, por distintos motivos, se han estancado.

En clavados y nado sincronizado, Yucatán es potencia; ha dado muy buenos resultados, aportando en ambos casos atletas a selección nacional; tan es así que en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, sus intervenciones no fueron meramente participativas sino que en ambos casos los atletas Rommel Pacheco y Karem Achach llegaron a las fases finales, aquellas donde se compite por podium olímpico.

En cuanto a la de natación, hace años que Yucatán no ha podido colocar a un nadador en una final nacional de primera fuerza. Una cosa es competir en categorías de edad (lo cual es necesario para desarrollar talento y procurar el crecimiento de los atletas), pero otra llevarlos a la más alta instancia nacional.

El waterpolo siempre ha sido el patito feo, la disciplina acuática menos apoyada, pues es la que menos medallas puede aportar: solo una por equipo (versus varias por nadador o clavadista) y en términos de costos es también la más onerosa, pues implica recursos para un equipo completo (trece jugadores más cuerpo técnico).

El panorama de los deportes acuáticos es de claroscuros; pues por un lado se han hecho cosas bien; como en clavados y nado sincronizado. Pero por otro natación y waterpolo están de capa caída. Su situación ¿es culpa del sistema? ¿Del órgano rector de la natación? ¿De directivos? ¿De entrenadores? ¿De falta de fenotipos? Sin duda material para análisis. Claramente un comienzo es voltear a ver las disciplinas acuáticas exitosas para replicar sus buenas prácticas y hacer una introspección para detectar y corregir malos hábitos; para empezar, la rama de la natación (tanto a nivel federación como asociación) siempre ha sido la más politizada; quizás terminar esta politización sea el primer obstáculo a vencer para encaminarla al éxito.

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